Efemérides: Encuentran al soldado japonés Shoichi Yokoi en 1972

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La segunda guerra mundial para algunos terminó muy tarde.

La noche del 24 de enero de 1972 en la selva de la isla de Guam, unos tramperos encontraron al sargento del ejército imperial japonés, Shōichi Yokoi, que estuvo escondido por 27 años convencido de que la guerra continuaba.

Él seguía convencido que su vida corría peligro, gritaba que lo mataran cuando lo encontraron, ya que temía que lo tomaran prisionero, lo que suponía una verdadera vergüenza para su cargo.

Shōichi Yokoi nació en 1915 y en su juventud fue aprendiz de sastre hasta que fue resultado para la guerra.

Llegó a Guam en 1943. Al año siguiente cuando las tropas estadounidenses tomaron la isla, la mayoría de los 19 mil soldados japoneses murió en combate y más de 2 mil huyeron a la selva o se entregaron cuando Japón se rindió.

El sargento Yokio se ocultó junto a 8 camaradas que fueron muriendo hasta que lo dejaron solo.

Vivía en un refugio escavado en tierra, hecho por él mismo, y se alimentaba de frutas, verduras, peces, roedores y ranas.

Usaba parte de su equipo de sobrevivencia, también mantenía su viejo fusil en perfecto estado.

Como había sido sastre cuando su uniforme se deshizo por el uso, se confeccionó varias prendas de vestir usando cortezas de árboles.

Fue descubierto por dos hombres y fue enviado a Japón donde lo recibieron como un héroe.

Yokoi se adaptó rápido a su nueva vida, escribió dos libros y trabajó en televisión en un programa de tácticas de supervivencia.

Murió en septiembre de 1997 debido a un ataque cardíaco.

Fue el antepenúltimo soldado japonés en rendirse después de la guerra.

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La segunda guerra mundial para algunos terminó muy tarde.

La noche del 24 de enero de 1972 en la selva de la isla de Guam, unos tramperos encontraron al sargento del ejército imperial japonés, Shōichi Yokoi, que estuvo escondido por 27 años convencido de que la guerra continuaba.

Él seguía convencido que su vida corría peligro, gritaba que lo mataran cuando lo encontraron, ya que temía que lo tomaran prisionero, lo que suponía una verdadera vergüenza para su cargo.

Shōichi Yokoi nació en 1915 y en su juventud fue aprendiz de sastre hasta que fue resultado para la guerra.

Llegó a Guam en 1943. Al año siguiente cuando las tropas estadounidenses tomaron la isla, la mayoría de los 19 mil soldados japoneses murió en combate y más de 2 mil huyeron a la selva o se entregaron cuando Japón se rindió.

El sargento Yokio se ocultó junto a 8 camaradas que fueron muriendo hasta que lo dejaron solo.

Vivía en un refugio escavado en tierra, hecho por él mismo, y se alimentaba de frutas, verduras, peces, roedores y ranas.

Usaba parte de su equipo de sobrevivencia, también mantenía su viejo fusil en perfecto estado.

Como había sido sastre cuando su uniforme se deshizo por el uso, se confeccionó varias prendas de vestir usando cortezas de árboles.

Fue descubierto por dos hombres y fue enviado a Japón donde lo recibieron como un héroe.

Yokoi se adaptó rápido a su nueva vida, escribió dos libros y trabajó en televisión en un programa de tácticas de supervivencia.

Murió en septiembre de 1997 debido a un ataque cardíaco.

Fue el antepenúltimo soldado japonés en rendirse después de la guerra.