La quiebra de Saieh y la ayuda de TVN

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioTV
visitas

Álvaro Saieh, uno de los hombres más ricos y poderosos de Chile, entró en default. No paga sus deudas. Tampoco pretende deshacerse de sus bienes personales para pagar. Prefiere dejar clavados a sus acreedores. TVN, que también está quebrada, negocia reservadamente con él. En esta columna los antecedentes.

CARTA DE GERENTE GENERAL DE CORPGROUP

Sr.
Tomás Mosciatti
Director
Radio Bío Bío
Señor Mosciatti,
Hemos escuchado con decepción su comentario del pasado viernes 16, subido a la página
web de Bio Bio TV, bajo el titular “La quiebra de Saieh y la ayuda de TVN”. Tanto el titular
como las afirmaciones que realizó en el video difundido son absoluta y completamente
falsas, y causan un daño reputacional que usted no sospecha y que debe ser reparado a
la brevedad.
En primer lugar, es completamente falso que CorpGroup -o su controlador Alvaro Saieh-
“esté quebrado”. Es una afirmación comunicacionalmente atractiva, pero formulada sin
el rigor profesional exigible a un medio como Bio Bio.
La situación a que usted alude se circunscribe a CorpGroup Banking, sociedad del grupo
dedicada exclusivamente al negocio financiero. Para darle contexto, el incumplimiento se
refiere a la última cuota de los intereses de un bono corporativo, no de un crédito
bancario, cuyo pago depende exclusivamente de los flujos generados por sus activos,
según se declara explicitamente en los documentos de colocación del bono, siendo el
principal y más sustantivo de estos, la participación en Itaú CorpBanca.
Al respecto, es de público conocimiento que el desempeño de dicho banco y los
dividendos pagados durante los últimos años no ha sido suficiente para cumplir con este
compromiso. Ello ha llevado a CorpGroup Banking a iniciar proactivamente un proceso
de renegociación con los inversionistas de ese instrumento, con el único propósito de
alcanzar una solución realista e integral a un problema que se viene arrastrando producto
del desempeño de un activo que el grupo Saieh (CorpGroup Banking) no controla desde
2016, tras la fusión con Itaú Unibanco.
Su afirmación “Saieh está quebrado” no se sustenta en hechos y carece de toda
justificación. A mayor abundamiento, y a diferencia de lo que usted informó en su
comentario, para cualquier conocedor de la historia de este bono, Alvaro Saieh ha hecho
todo lo posible para cumplir con este compromiso, desde hace un buen tiempo y hasta
la cuota que venció en marzo pasado con cargo a su propio patrimonio, aun cuando no
estuviera contractualmemnte obligado a ello.
Sin embargo, CorpGroup Banking decidió sincerar esta situación frente a los bonistas,
ajustar sus expectativas y buscar una solución sostenible en el tiempo. Afirmar, entonces,
que el grupo “ha dejado clavada a mucha gente” es absolutamente injusto y nos causa
un menoscabo reputacional que está en sus manos rectificar y aclarar.
En segundo lugar, no es efectivo que Copesa esté vendiendo una de sus radios a TVN. El
propio Directorio de ese canal, a través de un comunicado público, lo desmintió
categóricamente señalando que “no es un tema que se haya ni siquiera planteado nunca,
ni por la administración ni el Directorio”.
Puedo confirmarle que ningún directivo de TVN ha tomado contacto con el banco que
lidera el proceso de venta para solicitar antecedentes, ni menos manifestado interés por
participar. No está demás aclarar que Copesa tampoco es una empresa ¨quebrada¨ y que
los recursos de esa venta están destinados a potenciar la plataforma digital de su principal
medio escrito. En consecuencia, y al igual que en el comentario anterior, no hay
absolutamente nada de cierto en esa afirmación.
Usted se pregunta en su comentario por qué como país estamos donde estamos.
Evidentemente hay varias posibles respuestas para tan crucial interrogante. Una de ellas
compete precisamente al rol y responsabilidad de los medios de comunicación y a su
importante tarea de informar de manera veraz a la ciudadanía.
En virtud de todo lo anterior, solicitamos a usted rectificar y aclarar su comentario en la
forma solicitada en correo adjunto a esta carta.
Sin otro particular,
Cristóbal Cerda Meneses
Gerente General
CorpGroup

RESPUESTA DE TOMÁS MOSCIATTI

La carta que hemos recibido, para desgracia del remitente, no desmiente nada de lo que hemos dicho. Dijimos que Alvaro Saieh no ha pagado una cuota de 17 millones de dólares, de una deuda de 500 millones; que entró, en Estados Unidos, en default, una “quiebra”, en el sentido que no paga lo que debe; que a esta deuda debe agregar la que tiene con sus socios brasileños, que sería de 1.000 millones de dólares (aunque en los últimos días algunos cercanos a Saieh nos han dicho que es de 800 millones); que contra esas deudas, el valor de sus acciones en el banco es de solo 300 millones, por lo que debe varias veces su patrimonio en el Itaú, ya que 1.500 millones es 5 veces más que 300 millones. Como Saieh ha dicho que no pagará con sus bienes personales la deuda, y siendo ésta superior -por varias veces- a su patrimonio en el banco, está, técnicamente, ahí, en quiebra.
La explicación de que, lamentablemente, al Banco Itaú Corpbanca ahora le va mal, se debe analizar entre los ejecutivos responsables por los malos resultados, pero no hacerla recaer en los acreedores, especialmente si el presidente del banco es quien aparece ahora a cargo de todos los negocios del grupo, el hijo de Alvaro Saieh, Jorge Andrés. Tampoco son explicaciones que sirvan a nosotros.
No sorprende que los acreedores pidan que Alvaro Saieh honre su palabra y les pague la deuda, más aún cuando sus bienes personales incluirían una valiosa colección de arte, un departamento en Nueva York, un jet ejecutivo y otros bienes de gran exclusividad que superan el valor de la deuda.
Cuando el Grupo Saieh hace presentaciones, se refiere a todas sus empresas sin hacer las distinciones que ahora conocemos y que sirven de argumento para incumplir con sus obligaciones. Solo hemos dicho algo simple, pero que parece molestar: que cuando se debe dinero es bueno pagar las deudas, porque cuando se presta dinero -eso es un bono- no se hace solo pensando solo en la solvencia de una empresa sino también en el nombre y prestigio de su propietario. Las obligaciones siempre es deseable que se cumplan. Pensar de otra manera, sumado al tono de la carta recibida, posiblemente explique, en parte, lo que actualmente ocurre en nuestro país. Es verdad que el rol de los medios es informar en forma veraz; y, en consecuencia, ese rol se cumple cuando se desmiente cualquier información que no se acerque a ella.
Con respecto a la venta de la radio: ha sido ofrecida a mucha gente. Incluso a personas relacionadas a TVN. Quienes están en el mercado de las comunicaciones lo saben ampliamente.

    visitas

Álvaro Saieh, uno de los hombres más ricos y poderosos de Chile, entró en default. No paga sus deudas. Tampoco pretende deshacerse de sus bienes personales para pagar. Prefiere dejar clavados a sus acreedores. TVN, que también está quebrada, negocia reservadamente con él. En esta columna los antecedentes.

CARTA DE GERENTE GENERAL DE CORPGROUP

Sr.
Tomás Mosciatti
Director
Radio Bío Bío
Señor Mosciatti,
Hemos escuchado con decepción su comentario del pasado viernes 16, subido a la página
web de Bio Bio TV, bajo el titular “La quiebra de Saieh y la ayuda de TVN”. Tanto el titular
como las afirmaciones que realizó en el video difundido son absoluta y completamente
falsas, y causan un daño reputacional que usted no sospecha y que debe ser reparado a
la brevedad.
En primer lugar, es completamente falso que CorpGroup -o su controlador Alvaro Saieh-
“esté quebrado”. Es una afirmación comunicacionalmente atractiva, pero formulada sin
el rigor profesional exigible a un medio como Bio Bio.
La situación a que usted alude se circunscribe a CorpGroup Banking, sociedad del grupo
dedicada exclusivamente al negocio financiero. Para darle contexto, el incumplimiento se
refiere a la última cuota de los intereses de un bono corporativo, no de un crédito
bancario, cuyo pago depende exclusivamente de los flujos generados por sus activos,
según se declara explicitamente en los documentos de colocación del bono, siendo el
principal y más sustantivo de estos, la participación en Itaú CorpBanca.
Al respecto, es de público conocimiento que el desempeño de dicho banco y los
dividendos pagados durante los últimos años no ha sido suficiente para cumplir con este
compromiso. Ello ha llevado a CorpGroup Banking a iniciar proactivamente un proceso
de renegociación con los inversionistas de ese instrumento, con el único propósito de
alcanzar una solución realista e integral a un problema que se viene arrastrando producto
del desempeño de un activo que el grupo Saieh (CorpGroup Banking) no controla desde
2016, tras la fusión con Itaú Unibanco.
Su afirmación “Saieh está quebrado” no se sustenta en hechos y carece de toda
justificación. A mayor abundamiento, y a diferencia de lo que usted informó en su
comentario, para cualquier conocedor de la historia de este bono, Alvaro Saieh ha hecho
todo lo posible para cumplir con este compromiso, desde hace un buen tiempo y hasta
la cuota que venció en marzo pasado con cargo a su propio patrimonio, aun cuando no
estuviera contractualmemnte obligado a ello.
Sin embargo, CorpGroup Banking decidió sincerar esta situación frente a los bonistas,
ajustar sus expectativas y buscar una solución sostenible en el tiempo. Afirmar, entonces,
que el grupo “ha dejado clavada a mucha gente” es absolutamente injusto y nos causa
un menoscabo reputacional que está en sus manos rectificar y aclarar.
En segundo lugar, no es efectivo que Copesa esté vendiendo una de sus radios a TVN. El
propio Directorio de ese canal, a través de un comunicado público, lo desmintió
categóricamente señalando que “no es un tema que se haya ni siquiera planteado nunca,
ni por la administración ni el Directorio”.
Puedo confirmarle que ningún directivo de TVN ha tomado contacto con el banco que
lidera el proceso de venta para solicitar antecedentes, ni menos manifestado interés por
participar. No está demás aclarar que Copesa tampoco es una empresa ¨quebrada¨ y que
los recursos de esa venta están destinados a potenciar la plataforma digital de su principal
medio escrito. En consecuencia, y al igual que en el comentario anterior, no hay
absolutamente nada de cierto en esa afirmación.
Usted se pregunta en su comentario por qué como país estamos donde estamos.
Evidentemente hay varias posibles respuestas para tan crucial interrogante. Una de ellas
compete precisamente al rol y responsabilidad de los medios de comunicación y a su
importante tarea de informar de manera veraz a la ciudadanía.
En virtud de todo lo anterior, solicitamos a usted rectificar y aclarar su comentario en la
forma solicitada en correo adjunto a esta carta.
Sin otro particular,
Cristóbal Cerda Meneses
Gerente General
CorpGroup

RESPUESTA DE TOMÁS MOSCIATTI

La carta que hemos recibido, para desgracia del remitente, no desmiente nada de lo que hemos dicho. Dijimos que Alvaro Saieh no ha pagado una cuota de 17 millones de dólares, de una deuda de 500 millones; que entró, en Estados Unidos, en default, una “quiebra”, en el sentido que no paga lo que debe; que a esta deuda debe agregar la que tiene con sus socios brasileños, que sería de 1.000 millones de dólares (aunque en los últimos días algunos cercanos a Saieh nos han dicho que es de 800 millones); que contra esas deudas, el valor de sus acciones en el banco es de solo 300 millones, por lo que debe varias veces su patrimonio en el Itaú, ya que 1.500 millones es 5 veces más que 300 millones. Como Saieh ha dicho que no pagará con sus bienes personales la deuda, y siendo ésta superior -por varias veces- a su patrimonio en el banco, está, técnicamente, ahí, en quiebra.
La explicación de que, lamentablemente, al Banco Itaú Corpbanca ahora le va mal, se debe analizar entre los ejecutivos responsables por los malos resultados, pero no hacerla recaer en los acreedores, especialmente si el presidente del banco es quien aparece ahora a cargo de todos los negocios del grupo, el hijo de Alvaro Saieh, Jorge Andrés. Tampoco son explicaciones que sirvan a nosotros.
No sorprende que los acreedores pidan que Alvaro Saieh honre su palabra y les pague la deuda, más aún cuando sus bienes personales incluirían una valiosa colección de arte, un departamento en Nueva York, un jet ejecutivo y otros bienes de gran exclusividad que superan el valor de la deuda.
Cuando el Grupo Saieh hace presentaciones, se refiere a todas sus empresas sin hacer las distinciones que ahora conocemos y que sirven de argumento para incumplir con sus obligaciones. Solo hemos dicho algo simple, pero que parece molestar: que cuando se debe dinero es bueno pagar las deudas, porque cuando se presta dinero -eso es un bono- no se hace solo pensando solo en la solvencia de una empresa sino también en el nombre y prestigio de su propietario. Las obligaciones siempre es deseable que se cumplan. Pensar de otra manera, sumado al tono de la carta recibida, posiblemente explique, en parte, lo que actualmente ocurre en nuestro país. Es verdad que el rol de los medios es informar en forma veraz; y, en consecuencia, ese rol se cumple cuando se desmiente cualquier información que no se acerque a ella.
Con respecto a la venta de la radio: ha sido ofrecida a mucha gente. Incluso a personas relacionadas a TVN. Quienes están en el mercado de las comunicaciones lo saben ampliamente.