Ética y transparencia de BioBioChile

La inmigración irregular no se resolverá con consignas. Exige una política que combine humanidad y firmeza, empatía y límites, acogida e institucionalidad. Chile necesita recuperar la capacidad de afirmar, con la misma convicción, que cada persona tiene una dignidad inviolable y que el país tiene derecho —y deber— de ordenar su casa. La pregunta es si seremos capaces de construir una respuesta que no se sostenga en la rabia ni en el miedo, sino en la convicción de que la dignidad humana es el principio ineludible detrás de cualquier solución justa y sostenible. Solo así podremos dejar atrás la sensación de descontrol y avanzar hacia una convivencia más segura, más humana y verdaderamente común para todos.