Sobre demócratas y militares en la calle

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Por Paz Charpentier
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Es un autogol que parte de la derecha repita que el presidente Piñera fue un demócrata por levantar el estado de excepción constitucional durante la revolución de 2019 para dar paso al Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución. En otras palabras, es un error histórico importante no sólo porque la decisión de mantener el estado de excepción y, en consecuencia, a las Fuerzas Armadas en la calle, era absolutamente legítimo, sino que además porque propicia olvidar cómo el Frente Amplio y el Partido Comunista actuaron fuera de los márgenes democráticos, instrumentalizaron la violencia como método de acción política, manipularon la opinión pública en base a mentiras, declararon iniciado de hecho el proceso constituyente y llevaron adelante dos acusaciones constitucionales para destituir al presidente Piñera en un contexto que exigía un comportamiento totalmente opuesto, leal con Chile, la ciudadanía, las instituciones y el estado de derecho.

Sólo un adecuado, honesto y respetuoso diagnóstico sobre el pasado permitirá construir la unidad de la derecha en el futuro. No más autogoles. En Chile no hay partidos de derecha irrespetuosos de las vías democráticas para resolver las diferencias políticas y tampoco los hubo en 2019.

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Es un autogol que parte de la derecha repita que el presidente Piñera fue un demócrata por levantar el estado de excepción constitucional durante la revolución de 2019 para dar paso al Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución. En otras palabras, es un error histórico importante no sólo porque la decisión de mantener el estado de excepción y, en consecuencia, a las Fuerzas Armadas en la calle, era absolutamente legítimo, sino que además porque propicia olvidar cómo el Frente Amplio y el Partido Comunista actuaron fuera de los márgenes democráticos, instrumentalizaron la violencia como método de acción política, manipularon la opinión pública en base a mentiras, declararon iniciado de hecho el proceso constituyente y llevaron adelante dos acusaciones constitucionales para destituir al presidente Piñera en un contexto que exigía un comportamiento totalmente opuesto, leal con Chile, la ciudadanía, las instituciones y el estado de derecho.

Sólo un adecuado, honesto y respetuoso diagnóstico sobre el pasado permitirá construir la unidad de la derecha en el futuro. No más autogoles. En Chile no hay partidos de derecha irrespetuosos de las vías democráticas para resolver las diferencias políticas y tampoco los hubo en 2019.

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