Don Otto, Estado subsidiario y las fundaciones

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La minuta de turno es la siguiente: el escándalo del Caso Convenios se debe a que el Estado no realiza directamente la gestión de ciertos servicios (como la construcción de viviendas), pues el modelo chileno lo obliga a delegarlos en organizaciones privadas y la
culpa se llama Estado Subsidiario.

El llamado Caso Convenios nos tiene enterándonos día a día de nuevos casos de transacciones impresentables de platas entre el Estado y algunas fundaciones cercanas a su ideario y a los círculos oficialistas. Algunos, en vez de agachar la cabeza, aceptar la actitud desvergonzada de los responsables y condenar los hechos, han preferido usar para su propio aprovechamiento político, haciendo una crítica antojadiza, absurda y totalmente infundada, echándole la culpa a la forma en que se organiza el Estado chileno.

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La minuta de turno es la siguiente: el escándalo del Caso Convenios se debe a que el Estado no realiza directamente la gestión de ciertos servicios (como la construcción de viviendas), pues el modelo chileno lo obliga a delegarlos en organizaciones privadas y la
culpa se llama Estado Subsidiario.

El llamado Caso Convenios nos tiene enterándonos día a día de nuevos casos de transacciones impresentables de platas entre el Estado y algunas fundaciones cercanas a su ideario y a los círculos oficialistas. Algunos, en vez de agachar la cabeza, aceptar la actitud desvergonzada de los responsables y condenar los hechos, han preferido usar para su propio aprovechamiento político, haciendo una crítica antojadiza, absurda y totalmente infundada, echándole la culpa a la forma en que se organiza el Estado chileno.