José Viera Gallo y el golpe: "La influencia americana jugó un papel importante, pero no fue decisiva"

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José Antonio Viera Gallo Quesney, fue subsecretario de Justicia, desde el 30 de noviembre de 1970 hasta diciembre de 1972, representando al MAPU en el gobierno de Salvador Allende.

Durante 1973, se desempeñó como Jefe de Estudios de la Pontificia Universidad Católica de Chile y asesor del Rector Fernando Castillo Velasco. Entre los años 1974 y 1976, durante su exilio en Italia, fue Profesor Invitado de la Facultad de Derechos de la Universidad de Camerino.

En 1997, decide postularse como candidato al Senado por la región del Biobío, resultando electo en las elecciones parlamentarias. El 27 de marzo de 2007, es nombrado Ministro Secretaría General de la Presidencia por la Presidenta Michelle Bachelet, desempeñando el cargo hasta el 10 de marzo de 2010.

El 10 de marzo de 2010, es nombrado ministro del Tribunal Constitucional por la Presidenta Michelle Bachelet y en reemplazo del ministro Juan Colombo Campbell, desempeñando ese cargo hasta el 10 de marzo de 2013. Al igual que ocurrió con su padre, que fue un diplomático reconocido, Viera Gallo fue nombrado embajador de Chile en Argentina el 22 de mayo de 2015 hasta el 11 de marzo de 2018.

José Antonio Viera Gallo, exsubsecretario de Justicia en la Unidad Popular, se refirió a los motivos que pudieron propiciar el golpe, los que empezaron con Eduardo Frei Montalva y sus reformas y que, posteriormente, continuaron con Salvador Allende, quien “encarnó esa voluntad de cambio y justicia, no solo a nivel nacional, sino también internacional. A veces no se dice, pero cuando Allende habló en las Naciones Unidas, él fue aplaudido de pie, como yo sólo he visto aplaudido a Nelson Mandela. Había ese ímpetu y eso chocó con una realidad que empezaba a moverse en sentido, justamente, contrario. En el mundo hubo un vuelco a la globalización, al neoliberalismo. Eso en Chile golpeó mucho y vino el golpe”.

Además, comentó que “el gobierno del presidente Allende tuvo un primer año, digamos, de éxito económico y de reformas que iban adelante. Entre ellas, la nacionalización del cobre, la estatización de la banca, etc. Pero, a partir del segundo año, que ya se vieron los desajustes económicos, creció la tensión social, se empezó a polarizar el país. El problema era buscar una salida política para la crisis y eso se fue agudizando. El peor momento fue el paro de los camioneros. Después vino un veranito de San Juan, con el general Prats en el ministerio del Interior, esa fue la última oportunidad de haber salvado la democracia. Si hubiera tenido un apoyo sincero, tanto de la DC como del PS, hubiéramos salido adelante”.

También, sostuvo que “la influencia americana jugó un papel importante, pero no fue decisiva… Una sociedad que estaba cansada de los conflictos, que venía de la época de Frei (Montalva) y se agudizaron. A final, a la gente no le importaba lo violento que pudiera ser, lo que le importaba era que se solucionara el problema. La solución fue muy cruel, muy dramática y sufrió mucha gente”.

De la misma manera, José Antonio Viera Gallo relató que “el día 10 (de septiembre de 1973) fui con Jaime Gazmuri a La Moneda, con el ánimo de hablar con el presidente para sugerirle algo. Era para demostrar que estábamos ahí. Fuimos, pero no nos pudo recibir porque estaba ocupado. Yo me fui de ese palacio con la idea que no iba a volver por años. Era evidente que en Chile había una carga muy evidente. La última vez que estuve con el presidente Allende fue diez días ante del golpe en un desayuno en Tomás Moro, que estábamos los dos. Él me invitó y me confirmó, él tenía claro que se habían cerrado todos los caminos. Yo me desperté el día 11, me enteré muy temprano y fue una sensación extraña, de decir ‘bueno, ya llegó"”.

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José Antonio Viera Gallo Quesney, fue subsecretario de Justicia, desde el 30 de noviembre de 1970 hasta diciembre de 1972, representando al MAPU en el gobierno de Salvador Allende.

Durante 1973, se desempeñó como Jefe de Estudios de la Pontificia Universidad Católica de Chile y asesor del Rector Fernando Castillo Velasco. Entre los años 1974 y 1976, durante su exilio en Italia, fue Profesor Invitado de la Facultad de Derechos de la Universidad de Camerino.

En 1997, decide postularse como candidato al Senado por la región del Biobío, resultando electo en las elecciones parlamentarias. El 27 de marzo de 2007, es nombrado Ministro Secretaría General de la Presidencia por la Presidenta Michelle Bachelet, desempeñando el cargo hasta el 10 de marzo de 2010.

El 10 de marzo de 2010, es nombrado ministro del Tribunal Constitucional por la Presidenta Michelle Bachelet y en reemplazo del ministro Juan Colombo Campbell, desempeñando ese cargo hasta el 10 de marzo de 2013. Al igual que ocurrió con su padre, que fue un diplomático reconocido, Viera Gallo fue nombrado embajador de Chile en Argentina el 22 de mayo de 2015 hasta el 11 de marzo de 2018.

José Antonio Viera Gallo, exsubsecretario de Justicia en la Unidad Popular, se refirió a los motivos que pudieron propiciar el golpe, los que empezaron con Eduardo Frei Montalva y sus reformas y que, posteriormente, continuaron con Salvador Allende, quien “encarnó esa voluntad de cambio y justicia, no solo a nivel nacional, sino también internacional. A veces no se dice, pero cuando Allende habló en las Naciones Unidas, él fue aplaudido de pie, como yo sólo he visto aplaudido a Nelson Mandela. Había ese ímpetu y eso chocó con una realidad que empezaba a moverse en sentido, justamente, contrario. En el mundo hubo un vuelco a la globalización, al neoliberalismo. Eso en Chile golpeó mucho y vino el golpe”.

Además, comentó que “el gobierno del presidente Allende tuvo un primer año, digamos, de éxito económico y de reformas que iban adelante. Entre ellas, la nacionalización del cobre, la estatización de la banca, etc. Pero, a partir del segundo año, que ya se vieron los desajustes económicos, creció la tensión social, se empezó a polarizar el país. El problema era buscar una salida política para la crisis y eso se fue agudizando. El peor momento fue el paro de los camioneros. Después vino un veranito de San Juan, con el general Prats en el ministerio del Interior, esa fue la última oportunidad de haber salvado la democracia. Si hubiera tenido un apoyo sincero, tanto de la DC como del PS, hubiéramos salido adelante”.

También, sostuvo que “la influencia americana jugó un papel importante, pero no fue decisiva… Una sociedad que estaba cansada de los conflictos, que venía de la época de Frei (Montalva) y se agudizaron. A final, a la gente no le importaba lo violento que pudiera ser, lo que le importaba era que se solucionara el problema. La solución fue muy cruel, muy dramática y sufrió mucha gente”.

De la misma manera, José Antonio Viera Gallo relató que “el día 10 (de septiembre de 1973) fui con Jaime Gazmuri a La Moneda, con el ánimo de hablar con el presidente para sugerirle algo. Era para demostrar que estábamos ahí. Fuimos, pero no nos pudo recibir porque estaba ocupado. Yo me fui de ese palacio con la idea que no iba a volver por años. Era evidente que en Chile había una carga muy evidente. La última vez que estuve con el presidente Allende fue diez días ante del golpe en un desayuno en Tomás Moro, que estábamos los dos. Él me invitó y me confirmó, él tenía claro que se habían cerrado todos los caminos. Yo me desperté el día 11, me enteré muy temprano y fue una sensación extraña, de decir ‘bueno, ya llegó"”.