24 horas en Cannes: Así fue el primer día del festival de cine más importante del mundo

¿Qué es el Festival de Cannes? La respuesta más común sería que es el festival de cine más importante y prestigioso del mundo. Y sí, lo es, pero ¿por qué? No es solo porque este miércoles inició su sexagésima novena versión, sino que es el punto de encuentro de quienes realizan cine, quienes lo protagonizan, quienes lo producen y, más importante, quienes aman el séptimo arte.

Una de las principales gracias de Cannes es que no cualquiera puede asistir, el sistema de acreditación es exigente en el aspecto laboral, pero garantiza cosas tan simples como un público respetuoso durante toda la función y que sigue el estricto protocolo de la organización, como, por ejemplo, no sacar al celular cuando se está exhibiendo una película.

Uno caminando por Cannes encuentra afiches en locales comerciales o directamente mensajes de bienvenida a los “cinéfilos”.

CAFÉ SOCIETY

Este miércoles comenzó el festival y nada menos que con la última producción del director Woody Allen, quien es un conocido de la casa, siendo Café Society su décima cuarta presentación en Cannes.

Eran centenares los periodistas que esperaban fuera del Palais des Festival para ingresar a esta primera función, porque si bien estamos todos acreditados, hay badges que te permiten ingresar directo y otros en los que uno depende de la disponibilidad de asientos de la sala.

Y fue a las 8 horas con 32 minutos que las luces de la Sala Debussy se apagaron y el primer aplauso llegó a los segundos al salir en la pantalla grande el logo de Cannes 2016; era el inicio del Festival de cine más importante del mundo.

En los primeros minutos de la película se siente esa marca registrada de Woody Allen: notable cinematografía, música Jazz como banda sonora y el propio Allen como el narrador de la película.

La historia de Café Society es simple: un joven del condado de Bronx en Nueva York (Jesse Eisenberg) viaja a Hollywood en busca de un mejor trabajo e iniciar una nueva vida. En el camino conoce y se enamora de una secretaria (Kristen Stewart), quien trabaja para un importante agente de estrellas del cine (Steve Carell), todo ambientado en la época dorada del Hollywood de los años 30.

Desde sus primeras escenas Jesse Eisenberg demuestra que es como “un pez en el agua” gracias al guión de Woody Allen, porque a ratos nos hace recordar al director cuando protagonizaba sus primeras películas, con esa ingenuidad e inseguridad en sus acciones, junto con el comentario gracioso cuestionando situaciones cotidianas.

Y sorprendió Kristen Stewart, una actriz muy ligada a lo que fue la saga de Crepúsculo que, guste o no, nunca será vista como películas que destaquen por grandes actuaciones o características de esa índole. Pero Stewart demuestra en Café Society que es mucho más al representar el principal conflicto de la historia, en este triángulo amoroso hollywoodense.

Y no se puede dejar de lado la hermosa cinematografía de Vittorio Storaro, porque hay que entender que hoy la dirección de fotografía es un protagonista más en las películas, y ciertamente lo es en Café Society, hay un lenguaje a través de las imágenes que dice mucho más que las palabras. Por ejemplo, durante el film hay una serie de entredichos y problemas entre los protagonistas y, en medio de esas discusiones, vemos una toma del puente de Manhattan en pleno atardecer, sin personajes, sin diálogo, solo la imagen, que para todo fanático de Woody Allen se entiende claramente la referencia.

Al fundirse a negro la última escena el aplauso en la sala Debussy fue generalizado, lo que es una señal importante para asegurar que este es el mejor trabajo de Allen en los últimos años.

SIERANEVADA

La segunda película que se presentó este miércoles y que es, de hecho, la primera en exhibirse de la Selección Oficial de la Competencia fue “Sieranevada” del director rumano Cristi Puiu.

Con una duración de 2 horas 53 minutos Puiu muestra cómo una reunión familiar, en la que la idea era tener un almuerzo y recordar la muerte de uno de los padres, puede terminar en un desastre.

Son casi tres horas de película y aunque personalmente soy defensor de las producciones extensas en duración siempre y cuando de verdad aporten a la trama, en este caso sí se sienten esos 173 minutos, especialmente durante la primera hora.

Casi toda la película se desarrolla al interior de una casa donde se reúne la familia, en el contexto que hace unos días de había perpetrado el ataque terrorista en Charlie Hebdo, y desde el inicio comienzan los roces entre los hermanos y sus padres, quizás las clásicas discusiones de un almuerzo familiar de fin de semana.

Sin embargo, lo que el director Puiu en realidad presenta es un conflicto determinado donde hay un evidente choque entre la Rumania del pasado y la actual, entre los familiares con una visión más conservadora y quienes son un poco más liberales, donde directamente se sacan “los trapos sucios en la mesa”.

Aunque gran parte de la película se desarrolla al interior de una casa, hay escenas que destacan por la actuación, cinematografía y dirección, como cuando el protagonista, que es un doctor (Branescu Mimi), conversa con su esposa en un vehículo y se desahoga por todos los problemas familiares en una toma que se extiende por más de cinco minutos, sin cortes, sin edición, sin cambio de plano.

Lo cierto es que ante el drama que representa Sieranevada tiene momentos hilarantes por lo absurdas que resultan ser determinadas situaciones y donde los propios personajes se ríen. Al finalizar la película los aplausos abundaron, tuvo el visto bueno de la crítica porque es un film muy bien logrado, sus cerca de 3 horas de duración se sienten, pero era necesario para presentar a cada uno de los personajes que conforman esta familia y entender por qué hay un conflicto y diferentes visiones sobre cómo sobrellevarlo.