Es uno de los artistas visuales chilenos más importantes de la actualidad. El público que asistió a la exposición “Iván Navarro: Una guerra silenciosa e imposible”, que finalizó el domingo recién pasado, es un reconocimiento que rara vez se da con artistas contemporáneos.
La muestra convocó, en tres meses, a 26.500 visitantes y permitió que más de 8.000 alumnos de distintos establecimientos educacionales públicos y privados conocieran la obra del destacado artista chileno contemporáneo.
La retrospectiva, que incluyó 23 obras, entre instalaciones, esculturas luminosas, objetos transformados, videos y música, hacia un recorrido desde los primeros trabajos en Chile a mediados de los ’90 hasta las series más recientes producidas a nivel internacional y que han sido exhibidas en museos y galerías como el Guggenheim Museum de Nueva York, la Daniel Templon Galerie de París y la Hayward Gallery de Londres, entre otros.
“Técnicamente, estuvo súper bien la exposición. Me gustó el espacio y cómo quedó el montaje. Se cumplió el objetivo que busco con mis obras y es que la luz revele algo, una situación, un espacio, un significado, algo que no existía antes. Me voy contento de vuelta a Nueva York, con las energías recargadas”, dice Navarro.
Iván Navarro (Santiago en 1972)
Estudió en la Pontificia Universidad Católica de Chile, recibiendo el grado de Licenciado en Arte con mención en grabado en 1996. A fines de los ‘90′ decidió dejar el país para instalarse en Nueva York. En el año 2009 representó a Chile en la Bienal de Venecia y ese mismo año recibió el premio Altazor de Artes Visuales por la exposición “¿Dónde Están?”. Sus obras han sido exhibidas en galerías de artes de Estados Unidos, Bélgica, Corea, Nueva Zelanda, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Turquía e Italia.
