Crítica de Teatro: “El mote con huesillos (o nuestra bebida nacional)”

Leopoldo Pulgar
Leopoldo Pulgar
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Un vaso lleno de chispeante vitalidad y gracia ofrece la compañía Teatro Ocaso en “El mote con huesillos (o nuestra bebida nacional)”, en el marco del Festival Santiago Off.

En el formato de comedia liviana, tal vez cercana a la línea del sainete, la obra presenta un cuadro de costumbres y conflictos humanos -sociales, sentimentales y familiares- en el que destaca la ingenuidad de sus personajes, aunque también se filtran actitudes oscuras –machismo, clasismo-, sin el afán crítico que caracteriza a la comedia.

La obra presenta y describe el origen del mote con huesillo en Chile, enfatizando su carácter tradicional y nacional, mediante una postal que tiene bases en la realidad y la ficción.

Para esto, el autor David Gajardo y el director Rodrigo Aro recurren a personajes populares (los moteros), gente noble, peleadora y chipeante, hombres y mujeres muy trabajadores y solidarios.

A esto suman la música folklórica en vivo (que requiere más fuerza y presencia escénica), un diseño escenográfico con cajas de manzana, vestuario típico entre campesino y citadino, y una conexión con la ciudad para establecer contrastes aludiendo a ciertos valores clasistas.

Leopoldo Pulgar

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Activo relato

Sabia y expresiva es la vieja, muy apreciada por los personajes que venden mote, que oficia de vocera de esta historia. Ella dice que fue testigo de cómo y cuándo se originó esta bebida tradicional.

A partir de allí, el elenco escenifica lo que la abuela cuenta. Dice que todo se inicia con el matrimonio de una pareja de jóvenes campesinos, cuyo primer hijo nació con capacidades diferentes, mientras que la hija resultó súper hiperquinética.

El primer caso afectó tanto al padre que reaccionó negando una relación afectiva con su familia, conducta que en la obra se grafica con el hombre siempre sentado en su sillón, de espalda al público.

Sin embargo, la esposa asume un desafío: inventar y preparar los más diversos platos de comida y bebida, un recetario “mágico” con el que, está segura, sacará a su marido de la postración. Hasta que lo logra con el mote con huesillo.

El elenco de nueve personas exhibe un buen fiato escénico que resulta fundamental para que la obra desarrolle diversos ritmos y alcance variados niveles emotivos.

Graciosos en general, actores y actrices consiguen buenos momentos de risa en el público como también los instantes más dramáticos.

Leopoldo Pulgar

Leopoldo Pulgar

No es raro que obras chilenas como ésta tengan tan buena llegada al variado público asistentes, joven y adulto. Al parecer, algo de la idiosincrasia profunda se filtra a través de obras donde la sencillez a toda prueba transportan algo difícil de encontrar en un escenario: credibilidad.

Leopoldo Pulgar Ibarra
Periodista

Matucana 100. 07 al 11 de Enero, 20:00 horas. Adhesión voluntaria. Gam. 20 de Enero, 20:30 horas.

    visitas

Un vaso lleno de chispeante vitalidad y gracia ofrece la compañía Teatro Ocaso en “El mote con huesillos (o nuestra bebida nacional)”, en el marco del Festival Santiago Off.

En el formato de comedia liviana, tal vez cercana a la línea del sainete, la obra presenta un cuadro de costumbres y conflictos humanos -sociales, sentimentales y familiares- en el que destaca la ingenuidad de sus personajes, aunque también se filtran actitudes oscuras –machismo, clasismo-, sin el afán crítico que caracteriza a la comedia.

La obra presenta y describe el origen del mote con huesillo en Chile, enfatizando su carácter tradicional y nacional, mediante una postal que tiene bases en la realidad y la ficción.

Para esto, el autor David Gajardo y el director Rodrigo Aro recurren a personajes populares (los moteros), gente noble, peleadora y chipeante, hombres y mujeres muy trabajadores y solidarios.

A esto suman la música folklórica en vivo (que requiere más fuerza y presencia escénica), un diseño escenográfico con cajas de manzana, vestuario típico entre campesino y citadino, y una conexión con la ciudad para establecer contrastes aludiendo a ciertos valores clasistas.

Leopoldo Pulgar

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Activo relato

Sabia y expresiva es la vieja, muy apreciada por los personajes que venden mote, que oficia de vocera de esta historia. Ella dice que fue testigo de cómo y cuándo se originó esta bebida tradicional.

A partir de allí, el elenco escenifica lo que la abuela cuenta. Dice que todo se inicia con el matrimonio de una pareja de jóvenes campesinos, cuyo primer hijo nació con capacidades diferentes, mientras que la hija resultó súper hiperquinética.

El primer caso afectó tanto al padre que reaccionó negando una relación afectiva con su familia, conducta que en la obra se grafica con el hombre siempre sentado en su sillón, de espalda al público.

Sin embargo, la esposa asume un desafío: inventar y preparar los más diversos platos de comida y bebida, un recetario “mágico” con el que, está segura, sacará a su marido de la postración. Hasta que lo logra con el mote con huesillo.

El elenco de nueve personas exhibe un buen fiato escénico que resulta fundamental para que la obra desarrolle diversos ritmos y alcance variados niveles emotivos.

Graciosos en general, actores y actrices consiguen buenos momentos de risa en el público como también los instantes más dramáticos.

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Leopoldo Pulgar

No es raro que obras chilenas como ésta tengan tan buena llegada al variado público asistentes, joven y adulto. Al parecer, algo de la idiosincrasia profunda se filtra a través de obras donde la sencillez a toda prueba transportan algo difícil de encontrar en un escenario: credibilidad.

Leopoldo Pulgar Ibarra
Periodista

Matucana 100. 07 al 11 de Enero, 20:00 horas. Adhesión voluntaria. Gam. 20 de Enero, 20:30 horas.