Realizar ejercicio físico es una actividad que muchos practican para mantenerse saludables. Trote, running, natación, pesas son algunas de las alternativas que se eligen.
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Pese a lo bueno que trae el ejercicio consigo, de igual modo se corren numerosos riesgos si se practica de manera intensa, uno de ellos es la fatiga muscular.
Fernando González, médico jefe de la Unidad de Medicina Física,Rehabilitación y Medicina Deportiva de la Clínica Alemana explicó que la fatiga muscular “es un cansancio que se produce en la fibra muscular después de un ejercicio extenuante. Esto ocasiona que el músculo no sea capaz de hacer todo lo que necesita realizar, porque su capacidad metabólica no logra responder a las exigencias que se le están pidiendo”, consigna la revista de temas de salud y bienestar Sonríe Mamá.
Esta afección se puede dar en quienes realizan ejercicios de manera brusca, o también de forma constante.
El profesional agregó que “cada persona tiene un nivel que se considera fisiológico de carga muscular. Si se sobrecarga ese parámetro y no se le da al músculo el reposo necesario, éste se empieza a dañar y puede producirse primero fatiga muscular y, si no es tratada a tiempo, incluso, edema o desgarro”, dijo.
La mayor parte de los casos de fatiga muscular se da en las piernas. El síntoma más característico es el dolor, que puede presentarse mientras se realiza la actividad física o bien puede perdurar por más de dos días. Asimismo, los calambres recurrentes también son una señal de alerta.
Los más afectados son los deportistas que llevan más tiempo entrenando y en un corto lapso de tiempo se exigen más de lo que debieran. Ellos también se ven afectados con esto si no se cuidan una lesión previa y vuelven a practicar deportes.
La fatiga muscular también se ha presentado en quienes han pasado mucho tiempo sin realizar ejercicios, por lo que al retomar la actividad física los músculos cargan más peso del que pueden o están habituados.
Esto suele suceder cuando las personas se exigen demasiado con el objetivo de ver resultados en su cuerpo en corto plazo.
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Para revertir esta situación, González indicó que lo indicado es bajar el nivel de entrenamiento, de modo de no seguir dañando el músculo. “Se trata de un reposo activo, siempre y cuando no se produzcan daños”, enfatizó.
Asimismo, un estudio realizado por el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat, en España, y recogido por la revista Men’s Health concluyó que inciden en la aparición de fatiga muscular la disminución en la ingesta de hidratos de carbono, y además la deshidratación, debido a la pérdida de agua y electrolitos.
