El sobreviviente británico del lamentable accidente en Torres del Paine, en la región de Magallanes, el pasado lunes 17 de noviembre, relató cómo se desarrolló la tragedia que dejó a 5 turistas fallecidos, entre ellos, su amiga.
Se trata de Chris Aldridge, joven que realizó el “Circuito O” del parque junto a un grupo de compatriotas, entre ellos Victoria Bond (su amiga).
Según relató a Daily Mail, el circuito fue dañado por una fuerte ventisca en la zona, lo cual afectó el terreno y la posibilidad de continuar el recorrido.
Aldridge, quien se desempeña como director de cine y televisión, dijo al medio que pensó que todos iban a perecer en las cumbres heladas de la reserva.
“La mayoría del tiempo pensaba: ‘Oh, aquí es donde morimos’”, confesó.
Recorrido por el “Circuito O”, según sobreviviente británico
Chris recordó que antes de llegar a Chile, él junto a su amiga y tres personas más recorrieron Argentina. Tras a llegar a suelo nacional, notaron que el clima no era el mejor.
“El clima estaba bastante mal. Llovía a cántaros el primer día, pero estaba bien. Era una caminata fácil, solo significaba mucha agua y barro”, dijo.
Pero el mal clima persistió durante los días siguientes, hasta el lunes, el día de la tragedia.
El británico afirmó que los pronósticos para ese día indicaban vientos de hasta 100 km/h, lo suficientemente rápidos para ser clasificados como tormenta tropical. Sin embargo, a pesar de las ráfagas de viento, aseguró que a él y a otros les dijeron que era seguro seguir el “Circuito O”.
Tal como relató, al salir de su alojamiento alrededor de las 5:30 a.m. del lunes 17 de noviembre, el ascenso inicial hacia el Paso John Garner, el punto más alto del Circuito O, fue relativamente fácil.
“Es bastante subida, pero entre bosques, mucha agua, pero sin problemas. El problema fue cuando llegó el viento. Sabíamos que habría algo de viento, pero obviamente no sabíamos cuán malo sería”, sostuvo
Vientos a alta velocidad y mucha nieve
En ese contexto, contó que el grupo no estaba preparado para esas condiciones: “(Había) hielo. Para eso necesitas crampones, piquetas y equipo adecuado, que no teníamos”, dijo, para luego revelar que junto al equipo tomaron la decisión de ir a un lugar seguro.
“Así que decidimos regresar. Bajar fue muy difícil. Era un completo whiteout, no podías ver a la gente frente a ti”, confesó el británico, quien también relató que la nieve le golpeaba la cara mientras descendía a toda velocidad por la montaña, con sus pies y manos congeladas.
En ese recorrido, retrocedieron justo antes de llegar al Paso John Garner: “Las condiciones eran tan horribles que la gente estaba físicamente exhausta y congelada. La nieve no estaba prevista. Era una tormenta de nieve absoluta, con vientos muy fuertes, y la gente no estaba preparada ni tenía el equipo adecuado”, reiteró el director de televisión.
“Algunas personas se deslizaron por la montaña. Estaba helado, condiciones realmente peligrosas, con vientos muy fuertes. La gente no podía ver ni adelante ni atrás. Fue bastante aterrador. Me deslicé por la montaña una vez a gran velocidad y no podía detenerme. Era puro hielo”, continuó.
A esto último complementó: “Intentaba clavar los talones y los bastones, pero nada me frenaba. Apunté a unas rocas para tratar de bajar la velocidad. No llevaba casco, así que pude haber dado una vuelta y ya. Salí más o menos bien, solo unos rasguños. Pero era difícil respirar porque la nieve era tan intensa”.
“No podías ver. Apenas podías ver a la persona frente a ti. Especialmente subiendo, el viento y la nieve entraban en los ojos. No podías levantar la vista. Era demasiado doloroso. En un momento usé lentes, pero se cubrieron completamente de hielo. Tampoco ayudó”, dijo Chris.
A lo largo del “Circuito O”, contó Chris, había grandes postes rojos para mantener a los caminantes en la ruta correcta. Pero en la tormenta, apenas podían distinguir el siguiente poste.
Aun así, “todos estábamos concentrados solo en la persona de adelante y en intentar sobrevivir”, dijo.
Muchos heridos
Al llegar al campamento, el grupo se dio cuenta de que muchos habían sufrido lesiones graves, según Chris: “Todavía había mucho viento y todos estaban al borde de la hipotermia. Mucha gente con congelación y otras lesiones superficiales”.
El grupo también se dio cuenta de que no todos habían logrado regresar y que no había guardaparques para iniciar un rescate inmediato, ya que posteriormente se les dijo que se habían dirigido a sus respectivas ciudades para las elecciones presidenciales y parlamentarias del pasado domingo 16 de noviembre, lo que posteriormente fue confirmado por Conaf.
Como resultado, los excursionistas, junto con algunos voluntarios en los campamentos, organizaron una fuerza de rescate improvisada para intentar encontrar a las personas desaparecidas.
“Enviamos a mi amigo en la primera búsqueda para ubicar gente. Luego, otro equipo subió con camillas que fabricamos con colchonetas, bastones y lonas. Había otro equipo que subió después para ayudar a bajarlos cuando llegó la camilla”, confesó.
“Estuvimos despiertos hasta tarde esa noche, y en algún momento se tuvo que suspender todo”, relató, indicado que ese momento todos se ayudaban mutuamente.
“Fueron más allá. La gente compartía su equipo con otros. Lo que necesitaras, te lo daban”, concluyó, mientras se encontraban a la espera del rescate.