El caso de la soldado Jaysley Beck ha generado conmoción al interior del ejército británico. En 2021, la muchacha se quitó la vida aduciendo que su situación era insostenible en el lugar, debido a hechos de acoso y una denuncia de abuso sexual de un superior.

Durante este lunes, el exoficial Michael Webber se declaró culpable por haber agredido a la aludida, durante un ejercicio en el cuartel de Larkhill, en la isla de Thorney Island.

Por lo mismo, Webber será juzgado por un tribunal militar de aquel país, en la ciudad de Bulford. El hombre ya había sido despojado de sus grados.

El caso de Jaysley Beck

El paso de Jaysley Beck por el ejército británico fue sumamente difícil. Ingresó en 2019 con apenas 18 años, y al poco tiempo comenzó a ser objeto de acoso por parte de otros reclutas y personeros de mayor rango.

De acuerdo a un reportaje de BBC, fueron al menos cinco casos de acoso. Uno de ellos recayó sobre el sargento Ryan Mason, por comportamiento “posesivo y psicótico”, al haberle mandado 4.600 mensajes de WhatsApp en apenas dos meses.

La denuncia más grave recayó contra Michael Webber, quien se mantuvo en su cargo mientras se desarrolló la investigación.

Bech murió el 15 de diciembre de 2021, luego de haberse lanzado a un barranco en el lugar. Peritos sostuvieron que el caso debío ser informado a la brevedad a la policía, por parte del ejército.

“Es difícil creer que haya tomado tanto tiempo que alguien asumiera la responsabilidad por este crimen. Jaysley hizo todo bien. Reportó la agresión de inmediato, no una, sino dos veces”, indicó la madre de la joven, Leighann McCready, en un punto de prensa.

“Primero a su capitán, quien desestimó y la desalentó de seguir adelante. Aun así, ella fue más arriba y lo reportó en la cadena de mando. Pero su cadena de mando también la falló. No hicieron lo que las reglas exigían en ese momento: reportarlo a la policía. Si hubieran hecho esa simple cosa, creemos con todo nuestro corazón que ella todavía estaría con nosotros hoy”, cerró.