El periodista y escritor chileno Héctor Velis-Meza relató una violenta agresión de la que fue víctima en el Barrio Lastarria, en pleno centro de Santiago, al momento de dar una caminata por el sector.

En una publicación en Instagram que con el pasar de las horas se hizo viral en redes sociales, el director de Ediciones Cerro Huelén narró la traumática situación que, de acuerdo a su testimonio, ocurrió pasadas las 20:00 horas de ayer jueves.

“Como es habitual, alrededor de las 20 horas salí a dar una vuelta a la manzana por el Barrio Lastarria, y al llegar a la esquina de Victoria Subercaseaux con Padre Luis de Valdivia, de manera sorpresiva, un hombre, aparentemente en situación de calle, y ebrio se me fue encima, me dio un golpe en el pecho y me gritó ‘abuelo concha e’ tu madre"”, escribió.

“Amenazó con seguir golpeándome, pero no siguió haciéndolo y gritando insultos se fue hacia (calle) Merced. Yo caminé en sentido contrario y enfilé hacia Lastarria, para buscar un guardia, y lo único que encontré fueron decenas de ambulantes y ningún vestigio de seguridad”, agregó.

“Así que volví a mi departamento, lamentando que nunca más podré volver a caminar por mi querido barrio, en el que vivo hace 45 años. En todo este tiempo nunca me había ocurrido algo así. El miedo cuando se instala llega para quedarse”, comentó Velis-Meza.

En la red social, el relato suscitó muestras de apoyo y empatía. El texto fue ilustrado con una foto del propio periodista, donde se lee: “Se acabaron mis paseos por el Barrio Lastarria”.

Este viernes, Velis-Meza volvió a referirse a la situación en otra publicación en Instagram, donde agradeció los mensajes recibidos.

“Muchas gracias por los cientos de mensajes de preocupación, apoyo, respaldo, solidaridad, ayuda, afecto y amistad que he recibido como consecuencia de la agresión que recibí ayer jueves, cuando salí a caminar por el Barrio Lastarria, como lo hago desde hace 45 años”, dijo.

“Ayer expresé temor, pero hoy con todas las palabras de afecto que he recibido… el miedo ha empezado a desaparecer. Estoy de acuerdo. No puedo dejarme vencer por las aprensiones y los recelos. Tienen razón quienes me impulsan a seguir mi vida, como lo he hecho hasta ahora”, continuó.

“Mañana cumplo 76 años y a esta edad, en la que sigo trabajando, solo me debe preocupar seguir haciéndolo, como si nada hubiera ocurrido. Y ese renovado coraje se lo debo a todos quienes me han escrito, sin conocerme, para darme ánimo con pródigas palabras de aliento Esa desinteresada generosidad me acompañará desde ahora”, cerró.