Un video publicado por la influencer sevillana Elena Gortari desató una ola de críticas en TikTok. ¿La razón? Usó una historia de acoso como gancho para promocionar productos capilares.
El contenido, parte de una campaña para la marca Garnier, fue calificado como insensible y poco ético por miles de usuarios en redes sociales.
En el video, Gortari relataba que un trabajador de mantenimiento en su universidad la observaba constantemente, sabía detalles de su vida y la hacía sentir incómoda. Todo estaba narrado en un tono muy serio.
Pero al final, se revelaba que el hombre solo la miraba porque le brillaba el pelo, gracias a los productos que ella usaba. Era una estrategia publicitaria.
La reacción fue inmediata. Lo que buscaba ser una sorpresa terminó generando indignación. Para muchos, el video banalizaba el acoso, un tema delicado y doloroso para muchas personas.
La crítica fue aún más fuerte porque, días antes, otra influencer, “Pawgli”, había compartido su experiencia real de acoso en la misma red social.
Ante el revuelo, Gortari eliminó el video y publicó disculpas, reconociendo que “no evaluó el impacto que podía tener”. Garnier, en cambio, no ha hecho comentarios ni asumido responsabilidades, lo que generó aún más molestia en redes sociales.
Influencer usó historia de acoso real para hacer publicidad
Carlota Castro, máster en marketing y comunicación, analizó el caso desde su cuenta de LinkedIn.
“El acoso es una problemática real y grave que afecta a miles de personas, y trivializarlo en una campaña con fines comerciales es una falta de respeto hacia las víctimas y la gravedad de la situación”, aseguró.
Para la experta, este caso deja claro que las marcas no pueden desentenderse del contenido que las representa, “Las marcas, al estar constantemente expuestas a audiencias diversas y sensibles, tienen la responsabilidad de reflexionar sobre los temas que abordan y cómo lo hacen”, comentó.
También destacó el alcance que tienen plataformas como TikTok. “La reacción del público frente a la campaña de Elena Gortari evidencia la importancia de comprender el poder que tiene el contenido que se genera en plataformas como TikTok”.
“Las marcas que fallan en abordar estos temas de manera adecuada pueden sufrir un daño considerable en su imagen”, añadió.
Castro cree que este tipo de situaciones deben invitar a una reflexión más profunda sobre los límites en la publicidad. “Un mayor control por parte de las marcas en el contenido que se publica no solo garantiza una imagen coherente, sino también el respeto hacia las audiencias y los valores sociales”.
Y concluyó con un llamado claro: “Las marcas tienen una responsabilidad no solo de generar ganancias, sino de ser parte activa en la construcción de una sociedad más consciente y respetuosa”.