El conocido Youtuber italiano Zazza usó como escenario de su último documental nada menos que a Chile. El creador de contenido que acostumbra a mostrar los barrios más peligrosos del mundo llegó hasta el límite entre las comunas de Recoleta y Estación Central, en la región Metropolitana.

Ahí capturó crudas imágenes de cómo el consumo de pasta base ha hecho que la zona ahora sea conocida como la “Pequeña Filadelfia”.

Uno de los testimonios más descarnados que reveló el Youtuber italiano fue el de una mujer quien cayó en la adicción a las drogas cuando aún era menor de edad.

La mujer que estaba, además, en evidente estado de ebriedad, llamó la atención del creador de contenido por la forma que tenía su brazo, ante lo que relató que se lo habían quebrado en una pelea.

Puesto que no pudo acudir a personal de urgencias por el efecto de las drogas y los golpes, la extremidad terminó curándose en la dirección opuesta, por lo que quedó el hueso quedó al revés (el codo hacia adelante).

Así, por las calles de la capital se encontró con varios adictos a la pasta base que habían comenzado el consumo a corta edad, algunos incluso desde los 9 años.

Al respecto, un vecino del sector le dijo: “Los pasteros son gente que no tiene conciencia, actúan como los animales. Este momento está gravísimo por la droga”.

Un detalle que llamó fuertemente la atención de Zazza fue que la comisaria del sector se encontraba con las ventanas cubiertas por planchas de madera.

Por ello, ingresó al recinto y consultó a los funcionarios de Carabineros, quienes le explicaron que se debía a los constantes funerales de alto riesgo que se desarrollaban en sus alrededores.

“Por aquí pasan los cortejos fúnebres de alto riesgo. Entonces hay desorden y empiezan a tirar piedras. Como hay una comisaría, tiran piedras”, le explicaron, lo que lo sorprendió.

En el límite con Estación Central se le unió el rapero nacional Acertijo, quien le relató la historia de cómo un “pastero” (sic), como se le conoce a los consumidores de pasta base, le acuchilló el rostro luego de que se resistiera al robo de su celular.

Zazza abordó la crisis desde su raíz, por lo que visitó un laboratorio donde se fabricaba la droga, ahí se encontró con un “cocinero” quien le reveló que había heredado el negocio luego de que su abuela lo comenzara.

“En mi familia ha sido de generación el tema de vender. Ha pasado desde abuela, mamá, papá (…) Sí, siento que vendo muerte. Porque hay familias que se destruyen o que se autodestruyen con esto. Si vendo muerte”, concluyó.