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Joven quiso eliminar un tatuaje que no le gustó con un rallador de queso y el resultado fue terrible

02 octubre 2019 | 13:46

Un joven oriundo de la ciudad de Mendoza (Argentina) se convirtió en viral en su país luego de realizar una temeraria acción para borrar un tatuaje en su brazo que no le gustó: utilizó un rallador de queso. Como era de esperarse, el resultado fue bastante doloroso.

Según detalló el diario Clarín, el hecho ocurrió en 2017, pero las fotos fueron publicadas por un joven llamado Matías Costa el pasado 30 de septiembre. Allí da cuenta de lo que vivió su amigo en ese entonces.

En concreto, Costa posteó fotos del tatuaje inicial de su amigo, del proceso que realizó para quitarlo con el rallador de queso de su casa, las heridas que quedaron en su brazo y la última con el implemento con algo de sangre.

Como era de esperarse la publicación de Matías obtuvo cerca de 2.000 comentarios, unos 16.000 retuits y 80.000 “me gusta”. Muchos de ellos se mostraron en contra de lo que había realizado su amigo hace más de dos años.

El protagonista del hecho fue entrevistado por el citado medio, al cual entregó detalles del controvertido procedimiento que había llevado a cabo hace un tiempo. En su relato despejó algunas dudas respecto a la historia.

En este sentido, el joven habría realizado esto debido a que estéticamente no le gustó el resultado final del tatuador y, además, porque en ese entonces había postulado a la Policía de Seguridad Aeroportuaria Argentina, donde no aceptaban los grabados de piel.

“Me hice el tatuaje y a la semana quise inscribirme para ingresar en la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Si bien en los requisitos de la web no aparece, me comentaron que no podía trabajar con tatuajes visibles. Esto ocurrió en agosto de 2017. En ese momento tenía 19 años”, asumió.

“El otro motivo sí tuvo que ver con lo estético. Soy muy detallista y no me había gustado cómo quedó el tatuaje. Entonces busqué en YouTube maneras de borrarlo. Primero probé con una piedra pómez, pero no obtuve resultados. Entonces continué con el rallador. Me dolió y sangró muchísimo. Tenía que vendármelo constantemente y colocarle desinfectante y antiséptico. A la semana fui a un hospital y me dieron la vacuna antitetánica”, agregó.

Por otro lago, el muchacho reconoció que tenía 19 años al momento de llevar a cabo la acción, la cual “le generó un dolor muy grande y no se la recomienda a nadie”.

Pese a eso, el joven argentino reconoció que no necesitó de algún tratamiento extra en su piel y se curó únicamente cuidando las heridas superficiales.

Cabe señalar que el pasado 1 de octubre Matías Costa publicó otra foto de su amigo, que muestra cómo luce su brazo en la actualidad. Al parecer, el tratamiento fue efectivo con el paso del tiempo.

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¿Y si me arrepiento del tatuaje?

Es responsabilidad del interesado, antes de ponerse en manos del tatuador, investigar sobre la persona que dirigirá el procedimiento, los cuidados de higiene del local y, sobre todo, estar seguro del diseño que se fijará en la piel. Lo anterior debería bastar para no remarcar el tatuaje.

En este sentido el médico Héctor Fuenzalida, dermatólogo de la Universidad de Santiago, señala que las alternativas para quienes deseen eliminar sus tatuajes hoy son más amplias que antaño.

“Está la cirugía clásica de extirpación del lunar completo, lo que es un poco agresivo hacerlo y decirlo, sacar completamente el tatuaje. Pero también hay térmicas de dermoabrasión, de desgaste de la piel”, sostiene, aunque advierte que en todas estas opciones quedarán restos o vestigios, por lo que no se puede borrar totalmente el diseño.

Un cuidado apropiado y las precauciones evitarán que el tatuaje se decolore, se altere, y termine siendo una molestia más que la expresión material del deseo de la persona que busca concretar en su piel lo que cruzó muchas veces por su cabeza.