Diego Martin I Agencia Uno

¿Por qué los seres humanos ’copuchamos’?: Expertos en evolución entregan pistas de este comportamiento

14 julio 2025 | 13:47

El chismear o ‘copuchar’, es un comportamiento que está presente en todos los niveles de nuestra cultura, ya sea en el hogar, amigos, trabajo o cualquier otro círculo social.

Los antropólogos han estudiado esta conducta durante años y han determinado que “el chisme está presente en todos nosotros y en cada cultura cuando se dan las circunstancias adecuadas”, explica la profesora de Antropología de la Universidad Washington State en EE.UU. Nicole Hagen Hess, a BBC.

Nosotros concebimos el ‘copuchar’ como el mero hecho de hablar mal de alguien, o de ventilar información privada de una persona. Sin embargo, para la profesional, este comportamiento va mucho más allá, ya que también puede incluir lo que se dice en las noticias o en un evento deportivo.

Vínculo, supervivencia y entretenimiento

Durante años, los investigadores se han preguntado por qué los seres humanos llegaron a cultivar esta conducta. Para el antropólogo británico, Robin Dunbar, la explicación puede encontrarse en el vínculo.

El profesional señala en su teoría que los primates llevan a cabo un comportamiento higiénico, el cual también es social, que sirve para fortalecer o crear vínculos, establecer posiciones de poder dentro del grupo, situaciones de reconciliación, entre otros. Esta conducta tiene el nombre de “acicalado social”.

Y si bien en los humanos no aplica este comportamiento, el chisme puede equipararlo, ya que cumple funciones similares como el propósito de crear vínculos e intercambiar información.

Un estudio de la Universidad de Dartmouth en EE. UU. publicado el 2011 reveló que ‘copuchar’, además intercambiar información, fortalece el vínculo entre las personas.

“Especulamos que los participantes de este estudio establecieron un sentido de comunidad entre ellos, creando una ‘realidad compartida’ que sirvió para influir en el comportamiento y las perspectivas de cada uno, al tiempo que satisfacía el deseo inherente de cada uno de tener una conexión social”, señala el informe.

“El chisme no es una construcción monolítica y su definición es mucho más compleja y va más allá de que simplemente es hablar mal del otro como lo hemos aprendido”, cierra la investigación.

Por otro lado, la antropóloga Nicole Hagen Hess entrega otro concepto clave que se desprende del chisme: hablamos de la supervivencia.

Durante millones de años, el ser humano ha evolucionado para buscar las mejores herramientas que le permitan sobrevivir ante una situación de peligro.

En ese sentido, y en el caso de las mujeres, el chisme es una herramienta vital de estrategia para sobrevivir, como por ejemplo una situación de una cita riesgosa.

“Las mujeres están en una situación de desventaja física cuando se trata de pelear con un hombre. Eso es una información importante que deseas compartir con tus amigas o con tus más cercanas aliadas”, explica Hess a BBC.

Además, señala que el chisme es una forma social de control usada para mantener o mejorar la posición de una jerarquía social.

“Los humanos son competitivos por naturaleza con otros miembros de su especie y el conflicto no es algo de lo que se van a desprender”, sentencia.

Y finalmente, como todos podemos adivinar, la ‘copucha’ es un sinónimo de entretenimiento. Es un “universal humano” que no debe ignorarse, dice la doctora Hess.

“El chisme tiene consecuencias reales”, explica. “Si solo fuera una conversación informal, aleatoria y falsa, no afectaría la forma en que las personas deciden distribuir beneficios a otros miembros de sus comunidades”, cierra.