Si hay un órgano que es esencial para nuestro bienestar es el intestino. Este tubo intestinal, también conocido como “segundo cerebro”, debido a que está compuesto por más neuronas que la espina dorsal, ha sido objeto de una mayor atención en los últimos años.
La relevancia es tal, que hoy se sabe que la microbiota (conjunto de bacterias, virus, hongos, etc) presentes en el intestino, podría inducir la aparición de enfermedades como el cáncer, las alergias, la obesidad y la depresión.
¿Por qué es importante cuidar a nuestro “segundo cerebro”? Conoce más en la siguiente nota.
La función del intestino
Para entender la capacidad del intestino, hay que profundizar que este órgano, puede realizar sus funciones con normalidad, ya que el sistema nervioso entérico (SNE) controla el sistema digestivo.
En parte esto ocurre, porque hay una una red de unos 100 millones de neuronas en el SNE.
Con respecto a este órgano, hay que acotar que es capaz de organizarse a su modo. Según Francisco Guarner, director de la Unidad de Investigación del Sistema Digestivo en el Hospital General Vall d’Hebron de Barcelona, el intestino: “Es esencial para la digestión de los alimentos. Nos aporta muchas enzimas y vías metabólicas que el ser humano no tiene”, indica el experto al diario El País.
Por ello, mediante la microbiota podemos, digerir la fibra, entre otros alimentos. Cabe mencionar que los microorganismos, son esenciales para el desarrollo de un sistema inmune equilibrado, detalla al citado medio. La microbiota intestinal cuenta con cerca de 100.000 billones de bacterias, alojadas mayormente en el colon (intestino grueso).
En la actualidad, las recientes investigaciones, tratan de descubrir una relación directa entre la microbiota y las enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares e incluso una incidencia en el desarrollo de la depresión. Guarner lo expresa de la siguiente manera: “Esto aún es un poco especulativo, pero normalmente lo que ocurre es que este tipo de enfermedades se asocian a un microbioma deficiente”, destaca el médico.
Asimismo, la evidencia apunta a que la pérdida de diversidad de la microbiota, podría estar ligado a la presencia de enfermedades.
Cómo mantener una microbiota saludable
Al ser un órgano inmunológico, el intestino es capaz de rendir al máximo, si solamente se alimenta de la manera correcta.
En este sentido, los microbios prosperan con una dieta saludable, afirma Megan Rossi, nutricionista y especialista en salud intestinal. “Un microbioma rico y variado está asociado a una mayor salud de los intestinos”, comentó Rossi a BBC Mundo.
De esta manera, los especialistas recalcan que los alimentos ultra procesados no serían recomendables. Por esta razón, es importante llevar una dieta saludable, rica en fibras, cereales integrales, bajas en carnes rojas, baja en grasas saturadas y evitar lo aditivos artificiales y endulzantes, afirmó Rodrigo Cruz, gastroenterólogo de IntegraMédica, en una publicación anterior de BBCL.
Por otra parte, los probióticos, que son esencialmente fibras, se encuentran en las verduras y en los productos integrales. En este caso, el efecto es positivo en el intestino, ya que ayuda al balance de la microbiota o flora intestinal, es decir, potencia el equilibrio entre las bacterias que habitan esta parte del cuerpo, algo vital para mantener una mejor digestión.
Sofía Montes, nutricionista que conversó con BioBioChile, afirmó que los probióticos, que vienen en formato de cápsulas o polvos, “ayudan al bienestar digestivo, promueven el metabolismo, el sistema inmunológico, y previenen ciertas enfermedades y condiciones gastrointestinales”, indicó.
El desequilibrio de la microbiota intestinal
De todos modos, el desequilibrio de la microbiota, puede ser producida por diversos factores: sedentarismo, estrés y mala alimentación. En ese sentido, es importante mantener el buen funcionamiento de este órgano.
“El intestino funciona como un filtro o barrera para controlar lo que se absorbe en la sangre, y un intestino permeable puede generar una cascada de problemas de salud. Así, el desequilibrio de la microbiota puede contribuir a enfermedades que no tienen que ver solo con el aspecto gastrointestinal”, puesto que “la microbiota funciona como un órgano endocrino, es un órgano que tiene un papel casi tan importante como el riñón o el hígado”, indicó el gastroenterólogo Facundo Pereyra a Infobae.
Con respecto a los microorganismos (bacterias, virus, hongos, etc.) es importante recalcar que “son nuestros colaboradores silenciosos dentro del intestino. Ayudan a producir vitaminas, a preparar al sistema inmunitario y a digerir aquellos alimentos que no podemos digerir. Así que hacen mucho por nosotros”, afirmó el doctor Puna Kashyap, gastroenterólogo de la Clínica Mayo.
Por otra parte, la disbiosis, o el desequilibrio de la microbiota, puede gatillar varios problemas digestivos, como el síndrome del intestino irritable, etc. Las personas con obesidad y/o diabetes de tipo 2, por ejemplo, presentan una disbiosis moderada caracterizada por una menor abundancia de las bacterias F. prausnitzii y A. muciniphila, detalló una publicación del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile.