Tierras Raras | Aclara

¿Puede Penco volverse una comuna minera?

30 julio 2025 | 13:13

Señor director:

En lo que alguna vez fue la cuna de Concepción —la comuna de Penco— se discute hoy uno de los proyectos más ambiciosos de la zona sur: la extracción de tierras raras por parte de la empresa Aclara. Con una proyección de más de 1.700 toneladas anuales, esta iniciativa pretende posicionar a Penco como proveedor del 1% de estos minerales a nivel mundial, fundamentales para la fabricación de tecnologías limpias como autos eléctricos y turbinas eólicas.

La minería ha sido históricamente el motor de la economía chilena, especialmente en el norte del país, donde es símbolo de identidad. Sin embargo, en la región del Biobío, la minería es más bien un recuerdo. La industria del carbón en Lota y Coronel es parte del pasado, reemplazada por el dominio de las forestales y la pesca. El proyecto de Aclara plantea entonces la siguiente pregunta: ¿es posible una minería sustentable?

Aclara promete una minería limpia: sin tronaduras, sin uso de explosivos, reciclando el 100% del agua utilizada y respetando la flora y fauna. A simple vista, parece un nuevo paradigma en comparación a la minería tradicional. Pero la desconfianza persiste. En una comuna que nunca ha tenido una cultura minera —y que se identifica con la pesca y el turismo— la idea de una transnacional explotando sus cerros despierta temores legítimos: pérdida de biodiversidad, afectación del bosque nativo, contaminación y la temida etiqueta de “zona de sacrificio”.

Lo que realmente sorprende es que, pese a la falta de solidez técnica con la que fue presentado en sus comienzos, las innumerables observaciones realizadas, el rechazo unánime del municipio y de gran parte de la comunidad, del término anticipado del proceso por falta de información, el proyecto —para la empresa— no pierde fuerza. Por el contrario, cada crítica parece reforzarlo aún más, como si avanzara no a pesar de los “peros”, sino gracias a ellos.

La respuesta a la pregunta planteada aún está por definirse. Lo que sí es innegable es que el gran desafío que enfrenta Aclara, más allá del cumplimiento de la normativa ambiental, radica en cambiar la identidad local. Y cambiar una identidad difícilmente se logra con una ley, un proyecto o cualquier medida técnica. Se requiere un diálogo profundo, respeto por la historia, atención a las inquietudes de las comunidades y una construcción conjunta que vaya más allá de la imposición.

Es precisamente esa conexión con la comunidad lo que dificulta que un proyecto de esta naturaleza pueda avanzar sin generar resistencia. Con esto último, surge otra gran pregunta: ¿Es posible que la comuna de Penco cambie de identidad?

Matias Urrea Mora
Abogado
Penco