Si José Antonio Kast llega a gobernar, las mujeres en Chile perderemos derechos que nos tomó décadas conquistar. Esa es la verdad que su programa intenta disimular entre eufemismos como “valores”, “orden” y “protección de la familia”.

Basta leerlo con atención para entender que no se trata solo de un proyecto conservador, sino que es una ofensiva misógina contra nuestra libertad y autonomía.

Su propuesta de eliminar el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género y reemplazarlo por una institución “de la familia” no es un cambio menor. Expresa una concepción en la que las mujeres existen solo como madres o esposas, no como ciudadanas.

No hay una sola mención a la igualdad salarial, la autonomía económica, la corresponsabilidad en los cuidados o la prevención de la violencia de género. Tampoco hay referencia a los derechos sexuales y reproductivos, ni siquiera a la ley de aborto en tres causales, vigente desde 2017.

No se trata de omisiones inocentes. Su programa excluye deliberadamente a las mujeres del diseño de las políticas públicas y reinstala una lógica de subordinación que creíamos superada. Esa idea de “proteger a la familia” es, en realidad, un intento de devolvernos al pasado, cuando el lugar de las mujeres era el silencio, la obediencia y la dependencia. Por eso hay que decirlo sin eufemismos: un gobierno de Kast sería un retroceso histórico para las mujeres chilenas y para la democracia.

Frente a ese programa de exclusión, Jeannette Jara propone medidas concretas como el fortalecimiento del Sistema Nacional de Cuidados, que reconoce el trabajo invisible de millones de mujeres que cuidan sin recibir sueldo ni apoyo; el aumento del estipendio a cuidadoras, pasando de $32 mil a $160 mil mensuales, junto con oportunidades de capacitación y empleo; una sala cuna universal para que todas las madres y padres trabajadores puedan acceder sin importar el tamaño de la empresa; la extensión del postnatal para los hombres, para que el cuidado no sea solo tarea femenina.

Además, propone atención ginecológica integral, parto humanizado, acceso a reproducción asistida y la continuidad del debate sobre la despenalización del aborto hasta las 14 semanas de gestación.

El programa de Jeannette Jara mira hacia el futuro. Reconoce que sin igualdad entre mujeres y hombres no hay democracia posible. Propone un Estado que cuida, respeta y amplía derechos, un Estado que no nos exige renunciar al trabajo, ni a la maternidad, ni a la libertad de elegir nuestro proyecto de vida.

Hoy, el voto de las mujeres puede definir si Chile avanza hacia un país más justo e igualitario o retrocede hacia un modelo que nos relega al silencio y la dependencia. Porque en esta elección presidencial la igualdad, la libertad, la dignidad y los derechos tienen un solo nombre: Jeannette Jara.