En medio de la polémica por la fallida compra de la ex Clínica Sierra Bella, que hoy tiene al municipio de Santiago bajo una orden de embargo por una deuda que supera los $9.300 millones, el abogado de la Inmobiliaria San Valentino SpA, dueña original del inmueble, respondió al alcalde Mario Desbordes, luego de que este se negara a pagar.
Desde España, el abogado de la inmobiliaria vendedora, Álvaro Awad, calificó de falsos los dichos del jefe comunal.
“Todo lo que dice el alcalde es falso”
Ayer, Desbordes aseguró que agotaría todas las instancias legales para conseguir la nulidad del contrato, tildándolo de “pésimo negocio” que perjudica al patrimonio de la comuna. Sin embargo, Awad comentó que la propiedad ya pertenece legalmente al municipio.
En esa línea, el representante legal de la inmobiliaria respondió: “Estas declaraciones nos parecen sorprendentes. Todo lo que dice el alcalde en esta oportunidad es falso. La municipalidad ya es dueña. La propiedad está inscrita a su nombre en el registro de propiedad del conservador”.
Estos dichos se suman a la posición de la inmobiliaria, la cual previamente había acusado al alcalde de una “actitud soberbia y temeraria” por desconocer las obligaciones contractuales, señalando que la acción de nulidad invocada por el municipio se encuentra temporalmente terminada.
“La propiedad sí valía más de $8 mil millones”
En relación con la deuda que Desbordes se niega a pagar acusando que la anterior administración de Irací Hassler pagó $8.200 millones por algo que “vale apenas $2.500”, Awad desmintió el precio y la exigencia del cobro.
“El precio de la compraventa se debe, con reajustes, intereses y costas, por eso es que ya hay mandamiento de ejecución e incluso embargo en contra de la municipalidad”, explicó.
Además, el abogado dijo que “la propiedad sí valía más de $8 mil millones al momento en que fue transferida a la municipalidad y así suma y sigue”.
Asimismo, instó al municipio a asumir el pago de $9.300 millones para evitar que la deuda siga creciendo debido a la acumulación de intereses.
“Creemos que tarde o temprano la municipalidad va a pagar el precio de los bienes raíces que adquirió. Mientras antes lo haga, menor va a ser el impacto en el patrimonio municipal”, concluyó.