Por segunda vez declaró ante la Fiscalía Centro Norte Felipe Rojas, único imputado por el crimen de Fernanda Maciel ocurrido en Conchalí.

Desde la Cárcel de Alta Seguridad a las oficinas de dicha fiscalía fue trasladado ayer Rojas, quien está acusado de los delitos de homicidio calificado, aborto e inhumación ilegal.

Fue en febrero de 2018 cuando la joven, que estaba embarazada de siete meses, desapareció y un año y cuatro meses después su cuerpo fue encontrado en una bodega cercana a su casa, que era cuidada por el único imputado.

Hasta el Centro de Justicia llegó la madre de la joven, Paola Correa, quien insistió en que Rojas es un peligro para la seguridad de la sociedad y que no debería estar nunca más en libertad. Además, insistió en que el imputado actuó solo.

Pedro Díaz, abogado de la familia de Fernanda Maciel, insistió en que el formalizado debe explicar si el dueño de la bodega donde fue encontrado el cuerpo de la joven tenía conocimiento de eso.

Rojas, en la reconstitución de escena en la bodega en diciembre, afirmó según los querellantes que violó a la joven y la enterró viva. Tras esto, en el penal donde cumple su prisión preventiva, se habría intentado suicidar.