El ministro de la Corte Suprema, Diego Simpértigue, calificó como “un desastre” la millonaria rebaja al presupuesto del Poder Judicial, advirtiendo la paralización de algunos servicios si es que la medida no se revierte.

El recorte —acusó el magistrado— hace más dramática la situación en los tribunales, después de las varias leyes dictadas sin financiamiento por el Ejecutivo y el Legislativo.

De visita en el Bío Bío para lanzar la sala especializada en justicia penal juvenil del Juzgado de Garantía de Concepción, el ministro de la Corte Suprema, Diego Simpértigue, se refirió al recorte de 17 mil millones de pesos ordenado por el Ejecutivo para el presupuesto del Poder Judicial.

Consultado si era el mejor momento para esta innovación, pensando en la advertencia que se ha hecho en cuanto al impacto que podría tener la millonaria merma presupuestaria, el ministro fue categórico al calificar como un desastre la situación, cuestionando que los poderes Ejecutivo y Legislativo aprueben y promulguen leyes desfinanciadas.

“17 mil millones (de reajuste) para el Poder Judicial es un desastre, el presidente de la Corte Suprema lo ha dicho con toda claridad y lo que no queremos es que se paralice algún servicio“, reforzó Simpértigue.

Justamente la necesidad de tener que re-destinar recursos para implementar esas normas sin financiamiento es lo que ha dificultado el trabajo del Poder Judicial. Por eso, dijo el ministro, la rebaja presupuestaria de 17 mil millones de pesos viene a agudizar la situación para los jueces y el personal de los tribunales.

La esperanza del Poder Judicial es que se reconsidere al menos parcialmente el recorte de fondos, al subrayar el juez de la Corte Suprema en la paz social y la estabilidad que le da al país un sistema judicial que trabaje sin sobresaltos.