Una crítica realidad es la que revelaron las distintas divisiones del Gobierno Regional del Bío Bío, tras el diagnóstico efectuado sobre el estado en que el ex gobernador Rodrigo Díaz dejó la repartición. Entre los más graves hallazgos están los que dan cuenta de una ejecución que no llegó al 90% el 2024 y además la deuda de más de 15 mil millones de pesos con empresas contratistas.

A dos semanas de haber asumido, el gobernador Sergio Giacaman entregó los resultados de las auditorías preliminares que cada jefe de división realizó y que evidenciaron un Gobierno Regional que el año pasado estuvo prácticamente paralizado.

Y es que, por ejemplo, entre 2023 y 2024, hubo 268 proyectos aprobados para asignaciones directas, pero solo se transfirió recursos a 16, sin que 252 organizaciones recibieran los 1.600 millones de pesos comprometidos. El año pasado, además, se postularon 2 mil 150 iniciativas, ninguna de las cuales fue evaluada.

Otro aspecto que reveló el análisis presupuestario es la baja ejecución, que llegó al 89,5%, una cifra nunca vista, dijo el gobernador Giacaman.

Millonaria deuda a contratistas

La autoridad enfatizó que lo más grave es la deuda de más de 15 mil millones de pesos a empresas contratistas, las cuales a raíz de los servicios prestados y que no han sido cancelados, están al borde de la quiebra.

La labor de intentar dar solución a este grave problema fue entregada al director de la División de Presupuesto, Juan Pablo González, quien dijo que el objetivo es encontrar los recursos para pagar las deudas, evitar que las empresas contratistas desaparezcan y además permitir que obras como la mantención de caminos en la comuna de Tomé se puedan retomar.

Todos los recursos que no pagó la administración de Rodrigo Díaz van a tener que sacarse del presupuesto 2025, lo que va a disminuir los fondos para la gestión de Sergio Giacaman.