La Marina Mercante Austral alertó que el avance del proyecto de ley de cabotaje pondría en riesgo la flota nacional, el empleo marítimo y la seguridad estratégica del país.
El avance del proyecto de ley de cabotaje, que ahora pasó al Senado y permitiría a naves de comercio exterior realizar transbordos en puertos chilenos sin ser considerados cabotaje, genera preocupación en el sector marítimo.
La iniciativa abre la posibilidad de que tanto carga no nacionalizada como mercancía nacional en rutas de salida puedan ser operadas por embarcaciones extranjeras, lo que —a juicio de la Marina Mercante Austral— desplazaría a las compañías nacionales y pondría en riesgo la estabilidad de la marina mercante chilena.
El secretario del gremio austral, Alejandro Tenorio, advirtió que la medida podría destruir gran parte de la Marina Mercante de alto bordo y afectar gravemente al sector, con pérdidas estimadas en más de 743 empleos directos solo en la zona norte del país, donde actualmente operan 20 naves de alto bordo.
También subrayó que uno de los puntos más críticos es la entrega de la carga estratégica de combustible a navieras extranjeras sin vínculo jurídico con Chile, lo que podría derivar en desabastecimiento o en un incremento desmedido de costos en el futuro.
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Si bien se valoró que se haya asegurado que las dotaciones de los buques nacionales sean 100% chilenas, se considera que la idea matriz del proyecto mantiene un impacto negativo. El riesgo de la reducción drástica de naves nacionales y la consiguiente cesantía continúa siendo una preocupación central.
Además, temen que el país pierda parte importante de su flota mercante y de su capacidad de asegurar la conectividad y el abastecimiento interno.
Finalmente, se advirtió que seguirán de cerca la aprobación de una moratoria de tres años que se aplicará desde Puerto Montt hacia el sur, considerando los cerca de 7 mil empleos que dependen de este rubro.