Un 30% menos de taxis colectivos circulan por la ciudad de Osorno, en la región de Los Lagos, luego que terminaran las restricciones por la pandemia de covid-19.

Esa es parte de la realidad del transporte público que se vive en muchas ciudades del sur del país, la que es muy diferente a antes de marzo de 2020.

La cifra la confirmó Humberto Ulloa, dirigente del gremio, quien señaló que es la falta de conductores lo que genera este problema.

Sin embargo, Ulloa agregó que sí logran cumplir con la cuota de frecuencias que les exige el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.

El dirigente acusa que si bien la llegada de las aplicaciones de transporte les afecta, no representan un impacto significativo en su trabajo, por lo que esperan pronto entre en vigencia una ley que regule la actividad.

Lo que mayormente impacta en su labor, explicó el dirigente, es la alta congestión que se registra en las horas punta.

Por su parte, la presidenta de la Unión comunal de Juntas de Vecinos de Osorno, Eliana Catrilef, dijo que la mayor cantidad de reclamos de los vecinos se enfoca en la falta de vehículos colectivos y la negativa a realizar ciertos recorridos.

Esta realidad se suma a lo ya retratado con respecto al transporte mayor, donde se acusa una baja de cerca de 100 máquinas.

Por la insuficiencia de transporte público, aumentó el parque automotriz particular, sobre todo durante la pandemia, lo que provocó un aumento en la congestión.

Esto provoca que los vehículos del transporte público queden atrapados en los tacos, lo que impide realizar más “vueltas” por la ciudad, en horas en que mayor cantidad de pasajeros requieren los servicios.