A casi 3 meses del incendio del Mercado de Calbuco,región de Los Lagos, las condiciones sanitarias del lugar son deplorables.

Fue el 30 de diciembre del año pasado cuando el siniestro arrasó con el Mercado de Calbuco, que en su gran mayoría era utilizado como bodega, y que dejó de brazos cruzados a decenas de comerciantes.

Tras el incendio, muchas voces preocupadas, desde Calbuco, Puerto Montt y Santiago se alzaron con promesas que a la larga, poco y nada han dejado.

Cómo se encuentra el lugar actualmente

Desde afuera se ve una estructura gruesa, en pie, con apoyos de madera, tapado desde el exterior con una malla ordinariamente instalada.

Adentro, lo peor. Sacos de papas y de alimentos a medio quemar, también a medio comer por animales probablemente, con hordas de moscas que chocan cada cierto tiempo con las paredes oscuras, y el olor nauseabundo, intenso, de esos vegetales pudriéndose, son parte de un escenario que completan cenizas arrumbadas en las esquinas.

Cuesta estar en el lugar. La hediondez es extrema. Sola, al medio, la escalera de metal que lleva al segundo piso, desde donde todavía cuelga una silla a punto de caer y un cartel que avisaba la existencia de una cocinería.

A unos metros, traspasando la malla, cada día se venden productos de comerciantes que llegan desde distintos puntos de la zona, y quienes han debido lidiar con las consecuencias de un lugar que en sí mismo es un peligro sanitario.

Una de las testigos, quien no quiso revelar su identidad, comentó que deben batallar con ratones y lluvia.

“Ratones, no tenemos agua, no tenemos nada, la lluvia, las carpas se hacen pedazos, las moscas encima de nuestros productos que vendemos y que comemos (…)”, indicó la comerciante.

Las vendedoras dicen estar cansadas de promesas incumplidas, con carencias evidentes y un mercado que representa el abandono en que dicen estar.

“Me gustaría que vengan, nosotros somos humanos no somos animales. Queremos un lugar digno para trabajar, para ganarnos nuestro sustento diario (…)”, expresó la mujer.

Además, agregó que las autoridades que ofrecieron ayuda nunca la concretaron.

“No hubo ninguna respuesta de esa gente que vino de otro lado. Entonces, se burlan del pobre porque no hay solución”, señaló la testigo.