El seremi de Salud de La Araucanía, Andrés Cuyul, confirmó que las comunas de Traiguén y Toltén deberán cerrar definitivamente sus vertederos el próximo 31 de diciembre, tras incumplir la normativa sanitaria vigente.
Ante este anuncio, el alcalde de Traiguén, Luis Álvarez Valenzuela, a través del concejo municipal, expresó que la medida no fue bien recibida debido al alto costo que implicará trasladar los residuos al relleno sanitario de Collipulli, un gasto que supera los $13 millones mensuales.
El alcalde de Toltén, Guillermo Martínez, coincidió con Álvarez, advirtiendo que los costos asociados al cierre son inasumibles para municipios con recursos limitados.
Asimismo, afirmó que el municipio no ha recibido una resolución formal sobre el cierre y que se enteró de la medida por la prensa, por lo que no existen plazos ni condiciones claras, manteniendo a la administración en un escenario de incertidumbre.
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En el caso de Toltén, Martínez enfatizó que el 95% de los hogares no paga por el retiro de residuos domiciliarios, por lo que el municipio no percibe ingresos directos para financiar la gestión de basura.
Advirtió también que trasladar los residuos desde el extremo sur de La Araucanía hacia destinos en Biobío o Malleco —como Collipulli, una de las alternativas evaluadas— generaría un importante sobrecosto. Ese gasto, dijo, obligaría a recortar programas sociales, deportivos, culturales y otras áreas esenciales, afectando directamente a la comunidad.
Frente al escenario de cierre inminente, el alcalde adelantó que solicitarán una prórroga o un plan de cierre gradual que permita organizar el traslado de residuos a un sitio autorizado sin comprometer el funcionamiento municipal.