Consultados, desde CGE detallaron que el medidor se encontraba intervenido desde – aproximadamente – un año, por lo que no se registraba el consumo real de electricidad. Durante una inspección, notaron la irregularidad y regularizaron el dispositivo, aplicando el cobro respectivo que asciende al monto señalado en este artículo.
Una vecina de la comuna de Melipilla, región Metropolitana, denunció un brutal aumento en el cobro de su cuenta de luz: pasó de pagar $10 mil a $1 millón. Por lo mismo, interpuso un recurso de protección.
Y es que desde hace unas semanas, miles de chilenos se han visto afectadas por los sobrecobros en las cuentas de la luz que quedaron al descubierto tras un informe de la Comisión Nacional de Energía.
Uno de los casos que refleja lo anterior se registró en Melipilla, donde una vecina denunció que sus boletas mostraban “cobros fluctuantes” y expuso que su cobro mensual fue de $10 mil, luego de $50 mil y, finalmente, de $1 millón.
Por esta situación, y ante una serie de reclamos que no han sido atendidos por CGE ni la SEC, la afectada presentó un recurso de protección buscando “que se ordene refacturar y restituir los montos indebidamente cobrados”.
Excesivos cobros
Según expone el documento presentado ante la Corte de Apelaciones de San Miguel, la afectada, Marcela Torres, acusó a CGE, empresa concesionaria de distribución eléctrica en la comuna de Melipilla, de haber “incurrido en omisiones sistemáticas consistentes en no revisar ni calibrar oportunamente los medidores domiciliarios”.
“En muchos casos, y en mi caso personal, se me han emitido facturas basadas en estimaciones, sin verificación técnica ni lectura presencial, lo que contraviene las obligaciones establecidas en la Ley General de Servicios Eléctricos y las normas técnicas de calidad dictadas por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC)”, agregó.
Asimismo, detalló que “soy una mujer trabajadora, que vivo junto a mi nieta adolescente de 14 años, ambas en el mismo hogar, y cuyo consumo eléctrico doméstico es extremadamente básico. No cuento con lavadora automática, y los artefactos eléctricos que poseo se reducen a una televisión, un microondas y algunos electrodomésticos menores, junto con no más de cinco ampolletas en toda la vivienda“.
“Siempre ha debido cuidar minuciosamente el nivel de consumo, justamente por mis limitadas posibilidades económicas, evitando cualquier uso innecesario que implique aumentos tarifarios que no pueda solventar”, puntualizó la afectada.
Recurso de protección
Sin embargo, expuso que “la situación ha sido tan grave y desproporcionada que incluso solicité un crédito para poder pagar estas cuentas con el fin de evitar el corte de un servicio esencial, lo que demuestra la afectación económica directa“.
“Las boletas muestran cobros fluctuantes totalmente irrisorios e imposibles de explicar técnicamente: en un mes bordea los $10.000, en otro supera los $50.000 y en agosto asciende insólitamente a más de un millón de pesos, lo que es derechamente absurdo y contrario a toda lógica de facturación eléctrica razonable”, denunció.
Marcela también asegura que solicitó la revisión técnica del medidor, sin obtener respuesta concreta. A esto se suma la presentación de reclamos ante la CGE y la SEC, sin corrección ni devolución de los montos pagados en exceso, ni justificación.
Considerando todo lo anterior, la afectada interpuso el recurso de protección contra CGE y la Comisión Nacional de Electricidad “por la actuación ilegal consistente en el aumento indiscriminado de las tarifas del servicio de electricidad”.
En consecuencia, demanda que “se ordene refacturar y restituir los montos indebidamente cobrados, que se oficie SEC y a la CNE para fiscalización y corrección tarifaria”, junto con “oficiar a la SEC para fiscalización y sanción, y a la CNE para informar sobre las medidas de corrección tarifaria”.
Consultados, desde CGE señalaron que “Con relación al caso de la señora Marcela Torres, quien vive en la comuna de Melipilla, podemos señalar que se realizó un análisis exhaustivo a su situación y confirmamos que CGE inspeccionó el medidor, ya que este presentaba una anomalía en el registro de consumos. Al informar esto presencialmente al cliente, este se negó a firmar el formulario que confirmaba el quiebre de consumo. El alza en su cuenta corresponde, en definitiva, a un consumo no registrado, el cual fue informado al Sernac, institución en la cual la señora Marcela presentó un reclamo”.