“Nada se parece tanto a la injusticia, como la justicia que llega tarde”. Así, Pablo cierra el último párrafo de una publicación donde da cuenta que la justicia falló a favor de su madre, sin embargo, ella falleció hace un año.
Pablo Viollier, abogado, utilizó la red social LinkedIn para manifestar su molestia por la situación que vivió su familia.
Según relató, su madre, María Inés, tenía cáncer en etapa cuatro, por lo que se le recetó Everolimus como parte de su tratamiento.
Como ha pasado en muchas ocasiones, el primero en negarse fue el prestador de servicio, en este caso, la isapre Cruz Blanca. Pablo, publicó el fallo judicial, donde se señala que el rechazo por parte de la prestadora de salud, fue que era un medicamento “off-label”.
El medicamento para María Inés
Un medicamento “off-label” es aquel recetado, cuya indicación no es la que aparece en la etiqueta, algo que, según la Asociación Americana para el Cáncer, es común en pacientes con este tipo de enfermedades.
El mayo de 2023, María Inés fue diagnosticada con cáncer de mama en etapa cuatro y el 5 de julio del mismo año se activó el programa GES. El 6 de mayo de 2024, el oncólogo tratante prescribió Everolimus 5mg, para detener el crecimiento del tumor, y si surtía efecto, debía aumentar a 10mg. Su valor es cercano a los 500 mil pesos.
Al solicitar la Cobertura Adicional para Enfermedades Catastróficas (CAEC), la isapre dijo que sólo cubriría el Fulvestrant, otro medicamento recetado a María Inés, el que tiene un valor similar.
El argumento de Cruz Blanca fue que el Everolimus no cumplía con los criterios del ISP, al considerarlo “off-label”, y no estar cubierto por GES. La isapre estaba completamente equivocada.
Sí, está en el ISP
De hecho, el documento de la Corte de Apelaciones de Santiago confirma que desde 2009 el Everolimus está registrado en el ISP para cáncer de mama avanzado. Es decir, sólo tenían que hacer una búsqueda un poco más precisa. No era tan difícil, ¿cierto?.
“Se utiliza como segunda línea terapéutica en combinación con fulvestrant o exemestano tras fracaso de inhibidores de aromatasa. Su eficacia está respaldada por ensayos clínicos fase II y III, articularmente estudio BOLERO-2 (2012) con 724 mujeres, demostrando supervivencia libre de progresión de 7,8 meses versus 3,2 meses con monoterapia. Estudios posteriores confirmaron reducción del 29% en riesgo de progresión”, añade el fallo.
En resumidas cuentas, María Inés necesitaba dicho medicamento, pero no se lo entregaron, pese a que especialistas, como por ejemplo de la Clínica Bupa, prestador designador por la isapre, se lo había recetado.
El 23 de agosto de 2024, María Inés falleció.
El descargo de su hijo
En su publicación de redes sociales, Pablo señaló que “En una muestra innegable de mala fe e invocando motivos económicos, Cruz Blanca argumentó que el medicamento Everolimus era de indicación “Off-Label”, lo que era posible descartar con la simple lectura del regitro del medicamento en el ISP”.
“La Corte declaró que el actuar de la ISAPRE fue “notoriamente arbitrario” y que no sólo vulneró los derechos fundamentes de mi madre, sino que incumplió sus obligaciones contractuales y las instrucciones de la Superintendencia de Salud”, enfatizó.
Finalmente, el abogado recalca que “nada se parece tanto a la injusticia como la justicia que llega tarde, pero espero que esta jurisprudencia le pueda servir a otras personas que, lamentablemente, estoy seguro que su ISAPRE los hará pasar por esta situación odiosa e injusta”.
Y es que el fallo, que tiene fecha 12 de agosto de 2025, dice que “Se ACOGE, sin costas, el recurso de protección deducido por MARÍA INÉS BONVIN ESPINOZA en contra de Isapre Cruz Blanca S.A. y, poniendo pronto remedio al mal que lo motivaba, se dispone que la recurrida procederá a otorgar cobertura y financiamiento respecto de la adquisición y suministro del medicamento denominado EVEROLIMUS, necesario para detener el crecimiento del cáncer de que padece y aumentar su sobrevida, el que fue ordenado y prescrito por su médico tratante y mientras este sea necesario conforme prescripción médica”.
¿Un poco tarde? Sí, bastante tarde. Y es que aunque se sabe que no hay cura para el cáncer, el medicamento pudo haber significado una sobrevida para la paciente, algo que todo familiar de una persona que padece cáncer, puede entender, y, muchas veces, anhelar.
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