El cardenal Ricardo Ezzati estuvo durante siete horas en la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones, en medio de la indagatoria en su contra por eventual encubrimiento de abusos sexuales.

Paralelamente, un denunciante de abuso sexual interpuso un recurso de protección contra el Ministerio Público y el fiscal nacional Jorge Abbott por el anulado convenio de colaboración con la Conferencia Episcopal.

A las 15:30 horas llegó Ezzati a las dependencias de la PDI en Providencia, en la región Metropolitana. Ahí estuvo hasta pasadas las 22:00 horas, desde donde se retiró sin dar declaraciones, al interior de un automóvil del Arzobispado de Santiago.

El denunciante de Fernando Karadima, Juan Carlos Cruz, dijo esperar que se pueda obtener información en medio de la diligencia, y que el proceso que llevaba adelante el fiscal Emiliano Arias siga su curso con las autoridades suplentes.

Paralelamente, el exseminarista y denunciante de abusos, Mauricio Pulgar, interpuso un recurso de protección en contra del fiscal nacional Abbott y el Ministerio Público, por el revocado convenio de colaboración con la Conferencia Episcopal.

Pulgar busca que se establezca que el acuerdo fue ilegal y que no vuelva a ocurrir algo similar. “La Iglesia Católica no es un invitado de honor en estos temas. Es quien ha cometido los delitos”, sentenció.

En una entrevista con La Tercera, el fiscal nacional reconoció que este acuerdo dañó la imagen del Ministerio Público y que si hubiese sabido del rechazo de las víctimas, no lo habría concretado. “El error fue hacer esto sin escuchar a las víctimas”, dijo Abbott.