Hasta el Palacio de La Moneda llegó el fiscal nacional, Jorge Abott, para sostener una reunión con el ministro del Interior, Mario Fernández, cuyo tópico es el análisis de la Ley de Protección de los Fiscales pero que también trataría la movilización de los taxistas ocurrida esta mañana en Santiago, situación que fue calificada como “extremadamente grave” por el persecutor jefe.

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Y es que la cita tiene lugar a sólo horas de que el Gobierno anunciara una querella amparándose en la Ley de Seguridad del Estado contra los transportistas menores que protagonizaron una movilización en el perímetro del aeropuerto internacional en Pudahuel, en protesta por la forma en que se ha tramitado la ley que moderniza el transporte privado remunerado.

La acción judicial del Gobierno también tendría entre sus antecedentes la muerte del turista brasileñio Mario Irochi Suzuki, de 65 años, quien sufrió un ataque cardiaco en medio de la larga espera que protagonizaron los viajeros que se vieron afectados por la movilización de los taxistas.

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En este sentido, Abott anunció que los hechos están “siendo objeto de la investigación del Ministerio Público para establecer si existen responsabilidades penales en la meurte del turista brasileño”.