Al menos ocho civiles, entre ellos cuatro niños, perecieron este miércoles en Siria a causa de ataques con misiles por parte del régimen que afectó a una escuela en Idlib, provincia controlada por los yihadistas en el noroeste del país, informó una oenegé.

A pesar de una tregua anunciada en agosto pasado, la región de Idlib ha experimentado una escalada de la violencia desde hacer varias semanas, con bombardeos de las fuerzas de Bashar al Asad y su aliado ruso, pero también combates entre fuerzas gubernamentales, con yihadistas y rebeldes.

Los ataques con misiles tierra-tierra del régimen tuvieron este miércoles como blanco a la ciudad de Sarmin, en la provincia oriental de Idlib, alcanzando a una escuela y sus alrededores, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Ocho civiles murieron, incluidos dos mujeres y cuatro niños, según un nuevo balance brindado a la AFP por el director del OSDH, Rami Abdel Rahman. Según éste, parte de la escuela había sido acondicionada para alojar familias desplazadas.

El bombardeo provocó también 16 heridos, algunos de ellos en estado crítico, según Abdel Rahman. Sólo en diciembre, unas 284.000 personas han sido desplazadas a causa de bombardeos y combates, particularmente en el sur de la provincia de Idlib, según la ONU.

Ante la afluencia de desplazados, “edificios públicos como mezquitas, garajes, salas de bodas y escuelas se utilizan para alojar familias”, dijo recientemente la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA).