Rusia instó el jueves a los países occidentales a que retiren los Cascos Blancos de Idlib y Siria, asegurando que representan una “amenaza”, lo que provocó fuertes críticas de Washington, Londres y París que denunciaron una “desinformación”, según diplomáticos de la ONU.

“La presencia de los Cascos Blancos es una amenaza. Nosotros exigimos a los países occidentales retirar a los Cascos Blancos de Siria”, declaró un representante ruso en una reunión cerrada del Consejo de Seguridad, convocada por Moscú.

“Los terroristas deben irse. No es una buena idea mantenerlos en la sociedad”, dijo el representante ruso, cuyas palabras fueron comunicadas a la AFP por un diplomático que habló de forma anónima después de las reuniones.

“Sáquenlos de las áreas donde están, incluyendo Idlib”, dijo el representante ruso, según otro diplomático quien también habló bajo condición de anonimato.

Rusia no considera a los Cascos Blancos presentes en las áreas rebeldes como trabajadores de rescate y ya los ha acusado anteriormente de estar vinculados a grupos terroristas.

Según varias fuentes diplomáticas, Estados Unidos, Reino Unido y Francia reaccionaron rechazando la “información falsa”.

“Estas son acusaciones escandalosas y falsas. Los Cascos Blancos son parte de organizaciones humanitarias y Rusia continúa ofreciendo información falsa”, dijo el representante estadounidense, según estas fuentes.

“Nada de esto es verdadero, estas insinuaciones son absurdas, dejemos de perder el tiempo del Consejo de Seguridad”, agregó el representante británico.