Las fuerzas del orden intervinieron este jueves en París para desalojar varias universidades, entre ellos el prestigioso Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po), donde manifestantes se habían instalado como parte de la jornada de protestas iniciada el miércoles bajo la consigna “Bloqueemos todo”. El movimiento buscaba paralizar al país en rechazo a los planes de ajuste presupuestario impulsados por el gobierno francés.
El prefecto de policía de la capital, Laurent Núñez, aseguró en entrevista con el canal CNews que la convocatoria “ha sido un fracaso”, subrayando que no se concretaron bloqueos efectivos, aunque reconoció “numerosas tentativas”.
Según el funcionario, la intervención policial en las universidades de París resultó clave para impedir una paralización mayor.
En ese sentido, Núñez destacó que durante la mañana se realizaron operativos en distintas universidades y recordó que la instrucción del ministro del Interior, Bruno Retailleau, es mantener “la misma determinación” para restablecer el orden.
Hasta primeras horas del jueves, en la región metropolitana de París se registraban 280 detenciones, mientras que en todo el país el Ministerio del Interior informó de 540 arrestos.
De acuerdo con cifras oficiales, cerca de 197.000 personas participaron en 596 concentraciones y 253 bloqueos o intentos de bloqueo a lo largo de Francia. La Fiscalía anunció que todos los arrestos serán judicializados en la medida que existan antecedentes suficientes.
El prefecto apuntó además a la participación de sectores de “ultraizquierda” y grupos de “ecologistas radicales”, acusando que en redes sociales circularon llamados a cometer “acciones muy violentas”.
Cabe destacar que las protestas surgen en respuesta al plan presupuestario del ex primer ministro François Bayrou, destituido el lunes tras perder una moción de confianza. Su propuesta contemplaba un ajuste de 44.000 millones de euros de aquí a 2026, con el objetivo de reducir el déficit público en medio de una compleja situación fiscal.
En el ámbito político, el movimiento cuenta con el respaldo de la formación opositora La Francia Insumisa (LFI), liderada por Jean-Luc Mélenchon, que ha hecho un llamado a intensificar la movilización. Además, los sindicatos anunciaron para el próximo 18 de septiembre una nueva jornada de huelgas y manifestaciones en rechazo a los recortes.
La tensión social coincide con un escenario de creciente incertidumbre política. El presidente Emmanuel Macron designó al hasta ahora ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, como nuevo primer ministro tras la caída del gabinete. Sin embargo, el Ejecutivo no dispone de una mayoría parlamentaria sólida, lo que complica su capacidad de maniobra frente a una Asamblea Nacional profundamente fragmentada.