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"Je suis Charlie": Tras 5 años, comienza en Francia el juicio por el atentado contra Charlie Hebdo

Por Matías Vega
La información es de Agence France-Presse

02 septiembre 2020 | 08:55

El juicio por los atentados de enero de 2015 contra el semanario satírico Charlie Hebdo y un supermercado de productos kósher, que marcaron el inicio de una serie de sangrientos ataques islamistas en Francia, comenzó este miércoles en París.

Un total de catorce personas están acusadas por haber brindado presuntamente apoyo logístico a los tres autores materiales de los ataques que murieron tras cometer sus crímenes.

Los atentados dejaron 17 fallecidos entre el 7 y el 9 de enero de 2015 y consternaron a Francia y al mundo.

El juicio, que se celebra ante un tribunal especial en París bajo estrictas medidas de seguridad, durará un poco más de dos meses.

Poco antes del comienzo del juicio llegaron a la sala de audiencias varios supervivientes de los ataques y miembros o exmiembros de Charlie Hebdo.

Los acusados ingresaron a la sala poco después, rodeados de policías, y se sentaron en el banquillo protegido por un cristal.

“No tengamos miedo, ni del terrorismo ni de la libertad”, instó el abogado de Charlie Hebdo, Richard Malka, a la entrada de la sala. “El espíritu de Charlie es básicamente este: negarse a renunciar a nuestras libertades, a renunciar a la risa, a renunciar incluso a la blasfemia”.

El lunes, víspera del inicio del juicio, la revista decidió volver a publicar las caricaturas del profeta Mahoma que entrañaron la matanza.

Apoyo logístico

Los catorce imputados están acusados por haber brindado un presunto apoyo logístico a los hermanos Said y Chérif Kouachi, que mataron a 12 colaboradores del semanario, y a Amédy Coulibaly, que 48 horas después asesinó a cuatro judíos en una toma de rehenes en un supermercado de productos kósher y abatió a una policía municipal en un suburbio de París.

Tres de ellos, sin embargo, serán juzgados en ausencia: Hayat Boumeddiene, compañera de Coulibaly y figura del yihadismo femenino, y los hermanos Belhoucine, que partieron pocos días antes de los atentados hacia la zona iraquí-siria.

Según varias fuentes, los hermanos Belhoucine estarían muertos, aunque su deceso no ha sido confirmado oficialmente. Por su parte, Hayat Boumeddiene, quien se creyó durante un tiempo que estaba muerta, se encontraría en Siria.

Los tres autores de estos ataques, que marcaron profundamente a los franceses, murieron a manos de las fuerzas de seguridad tras cometer sus crímenes, pero la justicia francesa busca que rindan cuentas las personas que les habrían prestado, de alguna manera, ayuda para poder pasar al acto.

Este juicio tiene “un doble interés”: “buscar la verdad” y ofrecer “un momento de expresión” a las víctimas, dijo el fiscal nacional antiterrorista Jean-François Ricard.

Prueba de ello es que las primeras semanas de la audiencia estarán dedicadas a los testimonios de las 200 partes civiles. El avance de la investigación y el interrogatorio de los imputados vendrán después.

“Frustración”

En el plano penal, los jueces antiterroristas han retenido los cargos más graves -“complicidad” en delitos terroristas, castigado con cadena perpetua- contra el mayor de los hermanos Belhoucine, Mohamed, y contra Ali Riza Polat. Este último sí estará presente en el banquillo de los acusados.

Este amigo íntimo de Amédy Coulibaly es sospechoso de haber jugado un papel central en los preparativos de los atentados, en particular el suministro del arsenal utilizado por los tres atacantes, algo que él niega.

Los otros acusados son juzgados principalmente por “asociación criminal terrorista” y podrían ser condenados a hasta 20 años de cárcel. Sólo uno comparece libre bajo vigilancia judicial por “asociación delictiva”, delito punible con diez años de prisión.

La ausencia de los hermanos Kouachi y Amédy Coulibaly es un “motivo de frustración”, admitió la Fiscalía Nacional Antiterrorista, que negó de plano la idea de que los 14 acusados sean “gente sin interés”.

Los atentados de enero de 2015 precedieron a una serie de ataques islamistas en Francia, entre ellos los del 13 de noviembre en varios puntos de París y su periferia norte, en los que perecieron 130 personas y resultaron heridas otras 350. Cinco años después, la amenaza terrorista se mantiene a un nivel “altísimo”, según el Ministerio del Interior francés.