La crisis política y económica por la que atraviesa Venezuela ha tenido como una de sus principales repercusiones el aislamiento internacional del gobierno de Nicolás Maduro, algo que se vio reflejado durante la toma de posesión de la Presidencia para el periodo 2019-2025.

El no reconocimiento a su nuevo gobierno por parte de Estados Unidos, la Unión Europea y la mayor parte de América Latina, conllevó a que pocos jefes de Estado o gobiernos participaran en la ceremonia del jueves, donde sólo asistieron líderes o representantes de 25 “países”.

Uno de los representantes que más llamó la atención fue Anatoli Bibilov, presidente de Osetia del Sur, un territorio en Georgia que no es reconocido como país por la mayor parte de la comunidad internacional.

Según explica diario La Nación de Argentina, las relaciones entre este “país” y Venezuela se consolidaron en 2009, cuando el gobierno del expresidente Hugo Chavéz fue el tercero del mundo en reconocer a Osetia del Sur como un territorio soberano e independiente de Georgia.

Tras la desintegración de la URSS, Osetia del Sur declaró su independencia de forma unilateral convirtiéndose en un país independiente de facto hasta 2008, cuando el entonces presidente georgiano, Mijail Saakashvili, trató de recuperar por la fuerza el control de este territorio, pero encontró la oposición de Rusia, consignó la DW.

Georgia, que rompió relaciones diplomáticas con Rusia tras la guerra por el control de Osetia del Sur, inició a finales de 2013 un proceso de normalización política con Moscú que está actualmente encallado.

En Osetia del Sur, territorio que Georgia considera ocupado por las tropas rusas con capital en Tsjinvali, viven actualmente menos de 60.000 personas, cuando en 1991 la población era de casi 100.000 habitantes.