Este viernes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió a su homólogo ruso, Vladimir Putin, con un llamativo despliegue de un bombardero furtivo B-2 Spirit y los modernos aviones de combate F-22 y F-35.
Una vez que aterrizó en la base Elmendorf-Richardson a las afueras de Anchorage, en Alaska, el líder del Kremlin saludó al gobernante estadounidense tras lo cual caminaron por una larga alfombra roja que terminaba en un podio flanqueado por cuatro cazas F-22.
Mientras ambos líderes mundiales caminaban sonrientes, el paso del imponente B-2 escoltado por cuatro unidades de F-35 hizo que Putin no pudiera evitar levantar la mirada hacia el cielo.
De acuerdo a medios internacionales como Sky News, el republicano además ordenó que el Ilyushin Il-96-300PU, avión que trasladó al presidente ruso, fuera escoltado por aeronaves norteamericanas.
Luego de los saludos protocolares, Putin y Trump se subieron a la limusina blindada del mandatario de EEUU, conocida como la ‘Bestia’, para posteriormente comenzar con la reunión sobre la guerra en Ucrania.
Tras reunirse por más de tres horas, ambos líderes mundiales ofrecieron una breve conferencia de prensa en conjunto.
El primero en tomar la palabra fue el mandatario ruso, quien destacó que tanto su país como EEUU son “vecinos” que comparten “un amplio patrimonio cultural común”.
Según aseveró, al saludar a Trump a su llegada a la base militar, lo hizo “con palabras cálidas” y demostrando su satisfacción por volver a verlo.
“Nuestras negociaciones transcurrieron en una atmósfera constructiva y mutuamente respetuosa. Han sido tremendamente sustanciales y útiles”, remarcó Putin.
Por su parte, Trump aseveró que la cumbre fue “muy productiva”, adelantando que pronto llamará a la OTAN para entregar los detalles de la reunión.
Sin embargo, no anunció ningún acuerdo con Moscú sobre Ucrania. “Muchos puntos se acordaron. Solo hay algunos pocos que se quedaron (sin resolver). Algunos no son significativos”, dijo.