China mostró este jueves su poder de influencia y consiguió bloquear en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) un debate sobre la situación de la minoría uigur, a raíz de la publicación un informe de la ONU que confirma graves vulneraciones contra esta comunidad perpetradas por Pekín.
Un grupo de países occidentales -liderados por Estados Unidos y Noruega- presentó al CDH un proyecto de resolución de contenido aparentemente modesto, ya que sólo planteaba que en la próxima sesión de este órgano -a celebrarse entre febrero y marzo de 2023- hubiese una discusión sobre las conclusiones de ese informe.
China expresó su “más rotunda oposición” a esa idea y dijo que el referido informe “carece de cualquier valor”, una posición que respaldaron varios países en desarrollo en una votación que éstos ganaron por 19 votos en contra del debate y 17 a favor, mientras que once se abstuvieron.
La oficina de la ONU para los Derechos Humanos denunció a finales de agosto “graves” abusos en la región de Xinjiang y alertó de la posible comisión de crímenes contra la humanidad. El Gobierno chino, sin embargo, sostiene que no discrimina a poblaciones como los uigures, de mayoría musulmana.
La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, acusó que “la votación de hoy protege a los responsables de violaciones de Derechos Humanos en lugar de a las víctimas”, al tiempo que pone al Consejo en una “posición ridícula” por “ignorar” las conclusiones del reciente informe.
“Los intereses políticos y económicos no deberían triunfar frente a las dudas graves sobre Derechos Humanos y ningún país debería librarse del escrutinio del Consejo”, lamentó en un comunicado Callamard, que aún confía en proseguir “la lucha por la justicia” de las víctimas en otras vías.