PSG, con un intratable Kylian Mbappé, debutó en la Champions League venciendo a Juventus; mientras Real Madrid pasó por encima de Celtic en Glasgow.

El Paris Saint-Germain inició su nuevo asalto a la Champions League con una trabajada victoria ante la Juventus, inferior en juego, pero los franceses llegaron al final sin materializar sus numerosas ocasiones y vieron peligrar su triunfo.

El equipo galo demostró de nuevo la pegada de su delantera, con Kylian Mbappé marcando un doblete, pero frente a otras temporadas mostró un centro del campo más robusto en Europa.

Mbappé abrió pronto el marcador (minuto 5) en una jugada muy vistosa: Neymar picó un balón por encima de la defensa y el francés, solo ante el portero, enganchó una volea imparable con la derecha.

Siguió un período indeciso hasta que en el minuto 18 la Juve, con más voluntad que juego, estuvo a punto de empatar en un cabezazo de Milik despejado de forma casi milagrosa por Donnarumma. El rechace fue rematado por Kostic fuera cuando muchos lo veían dentro.

Pero al PSG no se le puede perdonar. Solo cuatro minutos después Mbappé anotó el segundo tras una pared dentro del área con Hakimi en la que ambos se merendaron a la defensa juventina.

El resto de la primera parte transcurrió con el PSG mucho más cerca del tercero que la Juventus del primero, con penetraciones y remates de todo tipo, pero sin encontrar puerta.

Mientras el Paris Saint-Germain disfrutó a fondo de su equipo de gala, la Juventus notó demasiado las bajas de Chiesa, Pogba, Di María y Szczesny, y se vio superada en todas las líneas.

Su estrella Vlahovic batalló y dejó detalles, pero se sintió muy solo, sin que la maraña defensiva tejida por Galtier le permitiera ocasiones.

La segunda mitad comenzó por los mismos derroteros. Los parisinos creaban peligro con sus penetraciones por los extremos, mientras la Juve intentaba buscaba acercarse de forma más progresiva, a base de pases pausados, cuando no podía contraatacar.

El PSG pudo marcar el tercero en el 51′ si Mbappé no se hubiera empachado de balón para optar por tirar sin ángulo, y fuera, en lugar de haber dado el pase de la muerte a un Neymar completamente solo. El brasileño dirigió al francés una elocuente mirada de reproche.

Y de un posible gol a otro que fue. Kostic colgó el balón en el área y McKennie ganó la posición a los tres centrales parisinos para superar de cabeza a un Donnarumma a media salida.

El gol de la Juventus hizo que al PSG le entrara un bache, y solo dos minutos después Donnarumma evitó el empate en otra parada milagrosa a un remate de cabeza de Vlahovic. El despeje dio lugar a dos rechaces sucesivos que estuvieron a punto de ser enviados a las mallas.

Los parisinos se recuperaron e intentaron cerrar el partido, pero los repetidos disparos de Mbappé y Messi salieron fuera por poco o fueron detenidos por Perin.

En los últimos minutos la Juve se fue con todo, colgando balones para Vlahovic y generando ocasiones, aunque sin suerte.

El campeón de la Champions League goleó pese a los sustos

Con capacidad de sufrimiento en los momentos que lo requiere el ímpetu del rival y con una confianza en su pegada que tumba rivales con acciones letales, el Real Madrid inició una nueva defensa de corona europea castigando el descaro sin gol del Celtic con los tantos de Vinicius, Luka Modric y Eden Hazard, en una noche que deja preocupación en torno a Karim Benzema.

No hay peor escenario para el Real Madrid que una lesión de Benzema. El gran referente, líder indiscutible por goles y por el fútbol que inspira a los que le rodean. Su dimensión llega a tal punto que los que mandan en el club ni se plantearon el fichaje de un 9 como Haaland. No por dinero, sino porque nadie compita con el francés en el momento más alto de su carrera. Todos cruzan los dedos tras verle abandonar Celtic Park cariacontecido.

Cuando llegó la peor noticia que puede recibir Ancelotti, el dolor agudo en la rodilla derecha que le impidió seguir a Benzema, el Real Madrid ya había sentido la presión de un equipo sin complejos como el Celtic. Poco o nada tiene que perder en su regreso a la competición de mayor prestigio y salió a comerse al vigente campeón. Presión alta, ritmo endiablado, juego directo. Sin ningún tipo de complejo.

No se habían cumplido 25 segundos y el Real Madrid ya había sentido el peligro. El primer disparo taponado de un Militao que se multiplicó en defensa. Mientras que Modric y Kroos son los jugadores a los que ampararse cuando se tiene poco la pelota. A los de ‘Carletto’ les faltó en el primer acto velocidad en la posesión y meter miedo al rival. Todo lo que exhibió en el segundo.

Es cuando Vinicius pide protagonismo, capaz de cambiar el rumbo de un partido con una carrera. Su centro no lo remató bien Benzema, que andaba poco fino las últimas citas y la lesión le terminó de rematar. El Celtic encontraba en Jota lo que el Real Madrid con ‘Vini’. Su visión en el pase permitió a Abada la primera clara.

Hatate, siempre presente, probó la firmeza de los puños del portero madridista que se alió con la fortuna a un disparo imposible de detener. El latigazo de zurda de McGregor lo repelió la madera y Militao sacó otra acción con aroma de gol que acabó en el lateral de la red. Como aviso ya era suficiente. El Real Madrid siempre en pie con ese carácter competitivo tan especial que luce en la ‘Champions’.

Hasta el punto que ya sin Karim y con Hazard frío, el belga perdonó la más clara por falta de precisión con todo para marcar tras centro de Carvajal y Vinicius retrocedió en el tiempo para perdonar lo que no debe en un claro mano a mano ante el portero, del que Hart salió victorioso.

La respuesta estaba dada en los últimos compases del primer acto y debía confirmarse en el segundo cuando Ancelotti recurrió a Rüdiger por otra molestia del jugador más destacado en la zaga, Militao. Nació con susto, el último, cuando Maeda perdonó con todo para marcar antes de que el rey de Europa mostrase su poderío para poner una nueva pica en un terreno que no había conquistado.

Champions League: Real Madrid venció a Celtic en Glasgow.
Robert Perry | EFE

En cuanto dominó el duelo desde el balón y sometió a su rival, encontró el premio del gol. Decisivo Fede Valverde en un arranque que mezcla potencia y calidad. La del taco para descargar pegado a banda, encontrar la continuidad de Hazard y meter un pase tenso a la llegada de Vinicius. Ahora sí colocó bien el cuerpo y mandó el balón a la red en carrera y libre de marca para dar un golpe al partido.

No hubo capacidad de respuesta de un Celtic que sintió como todo lo que había perseguido durante tantos minutos, lo había recibido en un gesto de calidad del Real Madrid. Y ‘mareado’ por el golpe recibió la sentencia tres minutos después, cuando Modric sacó a relucir su golpeo de exterior del pie derecho.

Un Real Madrid demoledor que mandó dentro de la portería la mitad de sus disparos entre palos porque aún estaba por llegar la resurrección de Hazard, el momento en el que el belga recuperó la sonrisa cuando marcó el tercero.