El Athletic Club se quedó con un partidazo que se definió en prórroga y eliminó al Barcelona en octavos de final de la Copa del Rey.
El Athletic Club, con su capitán Iker Muniain estelar, derribó al Barcelona en la prórroga de un clásico copero excitante y que pasará a la historia porque el equipo bilbaíno tuvo que adelantarse hasta tres veces para clasificarse para los cuartos de final de la Copa del Rey.
Fue un 3-2 final con dos goles de Muniain, el primero un golazo y el segundo de penal, e Íñigo Martínez, éste con el alma, para los locales; y de Ferran Torres y Pedri para empatar dos veces, el canario mandando el choque a la prórroga en el descuento del tiempo reglamentario.
Sin Unai Simón, Iñaki Willams ni Ansu Fati sobre el terreno de juego, el partido comenzó a mil y ya en el minuto 2 el Athletic se había adelantado en el marcador a través de una jugada que hizo mucho daño al Barcelona, una escapada por la banda de Nico Williams.
Aunque el que batió a Ter Stegen fue Muniain con un golazo. Un balón desde la izquierda que buscó la escuadra con efecto al segundo palo del meta visitante.
Equilibró el choque el Barça, que avisó con una jugada hasta la línea de fondo de Gavi, que abortó De Marcos, y dio en un disparo de Ferran parecido al de Muniain, también imposible para el Agirrezabala, aunque a media altura.
Partido nuevo a los 20 minutos, pero el Athletic no acusó el golpe, ya que siguió buscando a los de Xavi Hernández en su campo, provocándoles errores y generando ocasiones de gol. Más de media docena y cinco claras de De Marcos, otra vez Muniain, Nico, Sancet, Dani García.
De Marcos remató fatal, a Muniain se le fue alto un remate de cabeza a centro de Nico, al pequeño de los Williams y a Dani García les respondió Ter Stegen con dos paradas tremendas y a Sancet le bloqueó el disparo Piqué en una jugada con la defensa visitante al garete tras una pérdida en la salida de balón que dio opciones a varios rojiblancos antes del remate final del navarro.
Regresó el partido de vestuarios a donde acabó la primera parte, al área del Barça, en la que, primero, Sancet no puso acabar rematando una jugada en la que se lesionó y, después, Nico, a pase de su hermano, que ya estaba en el campo, se volvió encontrar con Ter Stegen.
Intentó responder el Barça por medio de Ansu Fati y, ya en el tramo final de la segunda mitad, con un disparo de De Jong que bloqueó Vivian.
Aunque un par de contras de Iñaki Williams y un disparo dejaban claro que el Athletic seguía vivo.
Y tanto que lo estaba porque de otro arreón llegó el 2-1. Una falta a Yuri que Muniain puso sobre la cabeza de Berenguer, con otro ‘rojiblanco’ en fuera de juego posicional. Ter Stegen logró frenar el testarazo del navarro, pero sobre la raya Piqué no pudo impedir que Íñigo Martínez introdujese el balón en la meta más con el alma que con cualquier otra cosa.
Era el minuto 85, pero el partido no estaba acabado. Porque el Barcelona encontró la opción de empatar y Pedri no la desaprovechó. Alves devolvió con una chilena al centro del área un balón suelto y Pedri metió la puntera adelantándose a Vesga y haciendo imposible la estirada del joven Agirrezabala, que tocó el balón.
La primera noticia de la prórroga fue la lesión, pareció que muscular, de Ansu Fati, que se retiró desolado y animado por sus compañeros; la segunda otra ocasión bilbaína, de Iñaki Williams, que disparó desde la frontal ligeramente alto.
La tercera fue un nuevo gol. El segundo de Muniain, esta vez transformando un penalti por mano de Alba en un centro de Nico Williams desde la derecha. El capitán local engañó a Ter Stegen, le batió por su derecha y para, después de que su equipo aguantase entero la segunda parte de la prórroga, clasificarse para cuartos de final de la Copa del Rey.