Los clubes Inter Moengotapoe de Surinam y Olimpia de Honduras fueron expulsados de la Liga Concacaf 2021 luego de que una investigación de esa entidad descubrió “violaciones graves” de las reglas de integridad, dijo este sábado el organismo rector de la región.

El partido del martes en Paramaribo fue noticia mundial después de que el propietario del Inter y vicepresidente de Surinam, Ronnie Brunswijk, de 60 años, se eligiera a sí mismo para comenzar el partido como jugador.

Un video que se compartió ampliamente en las redes sociales luego mostró que Brunswijk parecía distribuir dinero en efectivo a los jugadores de Olimpia después del encuentro.

En un comunicado divulgado este sábado, la Concacaf dijo que ambos clubes fueron expulsados con “efecto inmediato”.

A Brunswijk también se le ha prohibido participar en cualquier competencia de la Confederación durante tres años.

“El Comité Disciplinario de CONCACAF ha investigado a fondo las circunstancias que rodean las preocupaciones de integridad planteadas por un video que circuló en las redes sociales luego del partido Inter Moengotapoe y CD Olimpia de la Liga Concacaf”, señaló la entidad en el comunicado.

La Concacaf determinó que tras evaluar el video y considerar las declaraciones escritas proporcionadas por ambos clubes, se produjeron graves violaciones de las reglas de integridad después del partido.

“Como consecuencia de estas violaciones a las reglas, ambos clubes han sido descalificados y removidos de la Liga CONCACAF de este año con efecto inmediato. Además, el Comité ha dictaminado que el señor Ronnie Brunswijk tiene prohibido por tres años participar en cualquier competencia de Concacaf”.

El organismo rector del fútbol en la región añadió que las investigaciones estaban en curso y que otras personas también podrían ser sancionadas en relación con el caso.

Brunswijk jugó 54 minutos en la derrota del Inter el martes, apareciendo junto a Damian Brunswijk, su hijo.

El episodio es solo el último en la colorida vida de Brunswijk.

Brunswijk, exsargento del ejército y exlíder rebelde, participó en la guerra civil de Surinam en la década de 1980 contra el entonces dictador Desi Bouterse.

En la actualidad, Brunswijk es un hombre de negocios muy rico y un político, que en 1999 fue declarado culpable por tráfico de drogas y sentenciado a ocho años de prisión por un tribunal de los Países Bajos, de la cual Surinam fue colonia.

Un tribunal francés lo declaró culpable del mismo delito y en 2000 lo condenó a 10 años de prisión. Sin embargo, Brunswijk está a salvo en casa, ya que Surinam no extradita a sus ciudadanos.

Elegido por primera vez al parlamento en 2005, Brunswijk formó una alianza con el jefe de la principal oposición política, el exministro de Justicia Chandrikapersad Santokhi.