El exentrenador de la selección chilena Jorge Sampaoli se refirió este jueves a los incidentes que protagonizó el Olympique de Marsella en el partido contra el Niza en el que hinchas invadieron el campo de juego y el encuentro terminó suspendido.

Cabe recordar que desde la grada le tiraron proyectiles a Dimitri Payet, jugador del Marsella, y este respondió, lo que provocó una invasión de hinchas y que terminó con fanáticos, jugadores, cuerpos técnicos y personas de seguridad enfrentadas en el campo de juego.

En la previa del encuentro con el Saint Etienne, el entrenador argentino leyó una carta que se extendió por más de 5 minutos en la que se refirió a los hechos respecto a lo que él vivió y piensa.

“La historia nos enseñó muchas veces que no es admisible agredir a otro porque piensa diferente o porque tiene gustos diferentes o porque tiene una camiseta diferente. Eso es discriminación, eso es fascismo. No lo podemos permitir ni en la vida, ni en el fútbol”, dijo Sampaoli.

“El domingo en Niza tuvimos miedo, los hinchas rivales agredieron a nuestros jugadores, la seguridad dejó que eso pasara dos veces, algunos dirigentes y algunos jugadores del Niza no sólo no lo repudiaron sino que lo aplaudieron. Entramos a una cancha a defender a nuestros jugadores porque nadie los estaba defendiendo y estábamos solos”, continuó.

Explicó que además muchos niños ven este tipo de espectáculos y que a él no le gusta dar este tipo de ejemplos. “A esos niños hay que pedirles perdón por lo que les tocó ver”, aseguró.

También se refirió al golpe que propinó uno de sus ayudantes a uno de los hinchas y que terminó con el fanático en el piso. “Él ya fue a declarar, seguramente la Justicia estará analizando su caso, él quiso defender a sus jugadores. Seguramente se estará replanteando que no está feliz con lo que hizo, pero yo doy fe de qué persona y qué profesional es”, argumentó.

Como resumen, aclaró que “Destaco la actitud del árbitro. Lo que puedo contar es que el árbitro después de los sucesos nos llama a Longoria, el presidente del OM, a mí, al entrenador de Niza y al presidente de Niza. El árbitro dice que para él no estaba dada ninguna de las garantías para continuar el juego. Y que fue presionado por las autoridades para seguir el juego. Eso también argumenta que los niveles políticos y de poder por ahí atentan con el bien común”.