Un cuarto de siglo después, los ‘enemigos íntimos’ ingleses y escoceses se vuelven a ver las caras en un gran torneo, el viernes 18 de junio en la Eurocopa.

Más de 20.000 espectadores divididos entre el God save the Queen y el Flower of Scotland: incluso con aforo reducido, Wembley (15:00 horas de Chile) vivirá el recuerdo de la Eurocopa 1996.

En ese mismo templo del fútbol inglés, los Three Lions derrotaron 2-0 a los escoceses en fase de grupos con un gol -y una celebración- memorable de Paul ‘Gazza’ Gascoigne.

Desde que la liga escocesa perdió relevancia, la selección sólo se clasificó para el Mundial de 1998. Pero un contingente significativo del efectivo juega en la actualidad en la prestigiosa Premier League.

Es el caso del volante del Aston Villa John McGinn. “Los medios ingleses querrían hacer creer que la diferencia es enorme (entre los dos equipos)”, lanzó el miércoles el jugador nacido en Glasgow. “Nos toca a nosotros demostrar el viernes que es falso”.

El delantero del Manchester United, Marcus Rashford, percibe asimismo un aroma de derbi en el aire londinense.

“Se parece a los partidos que jugué para mi club contra el City y el Liverpool”, describió este miércoles el ‘Diablo Rojo’.

Pero pese a la diferencia de estatus Escocia saltará al césped sin complejos. Habituado a las justas semanales con los internacionales ingleses en duelos de clubes McGinn ve a su equipo capaz de plantar cara.

“Nos medimos con la mayoría de esos chicos cada semana, y tengo la impresión que de forma más que digna”, estimó McGinn confiado a pesar de la derrota inicial de su equipo ante los checos (2-0).

“Ganar el lunes habría sido la solución fácil”, bromeó. “Ése no es nunca el caso con Escocia”. Una referencia a las dos sesiones de penales que los hombres de Steve Clark tuvieron que afrontar ante Israel y Serbia para ganarse su plaza en la Eurocopa.

Inglaterra es líder del grupo D junto a República Checa, luego del triunfo 1-0 sobre Croacia. Los escoceses, por su parte, vienen de una derrota 0-2 ante los checos.

Un triunfo mete a los ingleses en octavos de final y sentencia a Escocia; una victoria escocesa les daría vida y pondría en aprietos a los Three Lions.