El entrenador portugués, José Mourinho, se refirió al accidente que paralizó al mundo, cuando el danés Christian Eriksen se desmayó en pleno partido ante Finlandia por la Eurocopa.

“No puedo dejar de pensar en lo que pasó. Creo que es un día para celebrar, no para estar triste. Ojalá el fútbol vaya en la misma dirección que la organización, los protocolos, el nivel de los médicos y los especialistas”, partió diciendo.

Mou, que dirigió a Eriksen en el Tottenham, confesó que “creo que Dios estaba mirando el partido en ese momento. Todo hizo que Christian esté con nosotros, con su familia y que siguiera vivo. Eso fue mucho más importante que el fútbol, pero al mismo tiempo creo también que se vieron los buenos valores del fútbol”.

A través de un sentido discurso, el actual técnico de la Roma agregó que “el amor, la solidaridad, el espíritu familiar… No se trataba solo de su familia, se trataba de la familia del fútbol”.

Además, añadió que el “fútbol une a la gente. Yo oré y lloré, pero ¿cuántos millones lo hicieron en todo el mundo? Creo que en muchos lados porque el fútbol puede unir a las personas. Al final podemos celebrar que Christian esté vivo”.

Finalmente, el estratega comentó que no se ha podido comunicar con el jugador, aunque por cercanos averiguó que se encuentra bien.

“No hablé con él, pero lo hice con Pierre Emile Hojbjerg y lo noté muy positivo sobre Christian. Las noticias son buenas, por eso creo que es un momento para festejar”, cerró