La selección española de fútbol comenzó con mal pie la fase de clasificación para el Mundial de 2022 tras empatar con Grecia (1-1) en un partido disputado en el Nuevo Los Cármenes, que deja al combinado de Luis Enrique Martínez a merced de Suecia, líder del grupo B tras su triunfo ante Georgia en esta primera jornada.

España tuvo todo en su mano, pero se confió al descanso ante un rival que no había dicho su última palabra. El cambio de Sergio Ramos, que estaba tocado, desconfiguró la defensa y Grecia sólo tuvo que encontrar un resquicio para sacar tajada en una jugada intrascendente. El árbitro pitó un penal que sentenció a España.

La noche arrancó con dominio y buenas ocasiones de los de rojo, selló de Luis Enrique y muchas combinaciones para desarbolar a los helenos. Koke se hizo dueño del centro del campo y fue el primero en gozar de un doble remate antes de llegar al cuarto de hora. A los 30 minutos, Dani Olmo la estrelló en el larguero con un lanzamiento violento. La victoria era cuestión de minutos, sobre todo por las sensaciones que desprendía la triple campeona de Europa.

Un minuto después del disparo de Dani Olmo llegó el 1-0 tras una gran jugada con sabor ‘colchonero’. Koke ingenió un pase maravilloso desde la frontal y el ex del Atlético, Álvaro Morata, controló con el pecho y fusiló al portero griego desde el área pequeña.

Luego, un penal de Iñigo Martínez sobre Masouras -que recibió el impacto de la bota en su rodilla- sirvió para que el colegiado italiano señalase la pena máxima sin posibilidad de acudir a la pantalla. La FIFA ha decidido prescindir del VAR en esta fase de clasificación. Bakasetas fusiló desde los once metros y estableció el 1-1, a la postre definitivo.

España estuvo muy lejos de la versión que metió 6-0 a Alemania, y se perdió con los cambios. Los debutantes Pedri y Bryan Gil aportaron frescura pero no impidieron la ‘tragedia griega’ en esta primera jornada. Un traspié importante que condicionará el resto del camino de la selección hacia el Mundial de Catar.