El mecánico boliviano Erwin Tumiri, uno de los sobrevivientes del desastre aéreo del club brasileño de fútbol Chapecoense en Colombia en 2016, resultó herido en un accidente vial que dejó 21 muertos el martes en Bolivia.

“Salí a gatas (del autobús accidentado), mi rodilla estaba herida, me senté y dije: otra vez, no lo puedo creer”, relató Tumiri al diario Los Tiempos, de Cochabamba, sobre el accidente de la víspera.

El mecánico, de 30 años, permanece internado en un hospital de Cochabamba (centro de Bolivia).

El accidente del autobús se registró el martes en la madrugada en una carretera entre Cochabamba y Santa Cruz (este), donde un autobús de pasajeros cayó a un precipicio de unos 150 metros de profundidad, dejando 21 muertos y 30 heridos.

“El bus estaba corriendo, ahí me agarré del asiento delantero, sabía que nos íbamos a accidentar, porque íbamos a gran velocidad”, relató el mecánico.

“Yo seguí agarrándome, no me desparramé hasta que llegamos al suelo”, agregó.

Tras el accidente llegaron los rescatistas a auxiliar a los heridos, dijo el mecánico. “No estaba inconsciente. Creo que he sido el primero en que me lleven arriba”, relató.

“Me siento bendecido. Siempre dando gracias a Dios”, aseveró.

Tumiri era parte de la tripulación del avión de la compañía LaMia, con matrícula boliviana, que el 28 de noviembre de 2016 se precipitó cerca de Medellín con el equipo brasileño.

Chapecoense debía disputar su primera final de la Copa Sudamericana ante el club colombiano Atlético Nacional.

La investigación colombiana concluyó que la nave Avro RJ85 se estrelló por falta de combustible. En el siniestro murieron 71 personas, entre ellas 19 jugadores del club brasileño, así como la mayor parte de su directiva.

Junto a Tumiri, sobrevivieron tres futbolistas, la azafata boliviana Ximena Suárez y el periodista brasileño Rafael Henzel, quien falleció en marzo de 2019 de un ataque al corazón.