En Argentina aún existen dudas sobre la muerte de Diego Maradona, quien falleció el pasado miércoles a la edad de 60 años, tras sufrir un paro cardiorespiratorio.

La primera polémica que se originó fue la declaración de la enfermera que se encargó de cuidar del argentino a la hora de su muerte, Gisela Madrid.

Según el diario Clarín, a la profesional le pidieron que mintiera a la fiscalía que sigue el caso sobre la muerte del pelusa.

Ahora, el abogado de la enfermera, Rodolfo Baqué, salió al paso de las informaciones y defendió que su cliente mintiera en el informe de la Fiscalía sobre las causas del fallecimiento.

“Dijo que el paciente, Maradona, se negó a ser revisado por ella. Pero no fue así exactamente, sino que en ningún día salvo el primero pudo darle la medicación. Es decir, no tenía acceso directo para tratarlo, pero no ese día, sino siempre”, partió diciendo.

“No había responsables. La que le deba la medicación era la psiquiatra, pero no había un médico clínico. La que manejaba todo era la psiquiatra. Mi cliente (la enfermera) empezó a trabajar con Diego sólo 10 días antes. Desde el principio comentó que se quedaba encerrado en su habitación. Nunca más salvo el primer día pudo atender personalmente a Maradona, eran los psiquiatras los que le atendían. Maradona a ella no la recibía. Así que mi cliente le daba la medicación a la psiquiatra o a los familiares y ellos se la daban. La enfermera, que era la que debía medicar a Maradona, se quedaba fuera de la habitación”, aclaró.

Además, el abogado entregó un antecedente que hasta ahora solo se había tomado como un rumor.

“Unos días antes de morir, Maradona se cayó y se pegó en la cabeza. No fue mayor el golpe, pero se dio en el lado derecho, el contrario al de la operación. Enseguida fue levantado. Nadie llamó a una clínica, quizá por decisión de Maradona. Pero él no estaba en disposición de decidir eso. Se pasaba tres días encerrado en su habitación, sin ni siquiera ver la televisión. Tenía 109 pulsaciones por minuto, cuando todos sabemos que un paciente coronario no puede pasar de los 80 de frecuencia cardiaca… Maradona podía haberse alojado en la clínica más lujosa del mundo y estaba en un lugar inhabilitado. De no haber estado allí, hoy probablemente no estaría muerto”, cerró.