Uno de los lugares donde Diego Maradona dejó su huella más potente fue en Nápoles. El argentino llegó para levantar al equipo del sur de Italia, que con Maradona en cancha puso de rodillas a los grandes de Italia y hasta lograron una Copa UEFA.

Más allá de los títulos y el cambio cultural que implicó el argentino en Nápoles y que se pueden contar con cifras, los mejores para explicar el ‘fenómeno Maradona’ en el sur de Italia son los mismos napolitanos.

Es el caso de Giorgio Pignalosa, un ingeniero químico que intenta expresar el desconsuelo de la ciudad. “Una parte de Nápoles ha muerto”, dice tajante en conversación con BioBioChile.

“Una persona que dio sentido a la vida de tantas personas, personas de barrios pobres y altos…”, se emociona el napolitano.

“Nosotros, napolitanos, siempre hemos tenido la impresión de no estar a la altura. Esta persona nos hizo entender que no era verdad, que también una persona como nosotros puede lograrlo”, complementa.

Desde que Maradona llegó a Nápoles, el 5 de julio de 1984, en la ciudad lo recuerdan todos los días. No es para menos: hasta antes de que llegara Maradona, el club nunca habían ganado la Serie A y su palmarés lucía solo dos Copa Italia como títulos importantes.

En el club, Maradona ganó una Copa Italia, dos Serie A, una Copa de la UEFA y una Supercopa de Italia. Pero tal como cuenta Giorgio Pignalosa, el legado no es solo de títulos, sino que también con demostrar que desde el sur de Italia sí se puede.

Que desde ahí se podía competir y poner de rodillas a los poderosos del norte, que habitualmente discriminaban a los del sur hasta con cánticos racistas.