El volante Leonardo di Lorenzo, que jugó en Deportes Concepción y la UdeC en Chile, dio una entrevista en la que habló de varios temas tabú en el fútbol, hizo un mea culpa y apuntó contra el “ambiente del fútbol”.

El futbolista sigue jugando a sus 39 años. Gracias a una terapia con aceite de cannabis logró paliar el dolor de una tendinitis y puede seguir en Temperley, club al que llegó el 2013, después de dejar el fútbol chileno.

En una extensa entrevista con el medio El Enganche de Argentina, Di Lorenzo habló de su carrera y lo que le ha tocado ver en el fútbol. En ese sentido, habló de la violencia de género.

“Hoy te da positivo un control porque te fumaste un porro un fin de semana y no conseguís club, pero cagaste a palos a tu señora y le bajaste tres dientes y te mandan a tu casa un mes, te guardan un poco y podés volver a jugar. Es un ambiente muy machista y muy conservador. Tenemos que cambiarlo”, aseguró.

Si bien habló de ese ejemplo, la intención del argentino era explicar la foto general de todo lo que pasa. Así, afirmó que el culpable “Es el ambiente del fútbol. Todo. Dirigentes, periodistas, formadores, jugadores, todos. Los que tapan situaciones de violencia son, muchas veces, los dirigentes. Y eso tiene un correlato en los periodistas. Nos cuesta salir de nuestro pequeño lugar de comodidad. Por eso pondero la lucha de las jugadoras, por ejemplo”.

La homosexualidad en el fútbol

Consultado también sobre el episodio en el que el entrenador y exjugador estadounidense Landon Donovan retiró a su equipo de un partido porque escuchó un ataque homofóbico contra uno de sus dirigidos que es abiertamente homosexual, Di Lorenzo es tajante.

“El tabú más grande del fútbol es el de la homosexualidad. Está en el día a día. En todos lados. Puto. Te cojo. Maricón. Todo el tiempo. ¿Cómo hace un pibe homosexual para vivir este deporte? Que hay un montón, aparte, en el fútbol”, lamenta.

“Los compañeros están todo el día diciendo cosas así. ¿Cómo hace el pibe para salir y decir que es homosexual? Es una vida ocultando quién es, porque si jugás en un equipo medianamente conocido siquiera podés ir a un café con tu pareja. Ni siquiera lo podés manejar privadamente. Reprimir eso es terrible y es culpa nuestra. Hay que cortar con todas estas maneras horribles que tenemos”, complementa el volante.

Sin embargo, cree que esta situación se puede y debe cambiar “entre todos. Pasa que después escuchás declaraciones de dirigentes o entrenadores que dicen que no saben si tendrían a un futbolista homosexual en el vestuario. Es tremendo. Al pibe se le cierran las puertas hasta por ahí, por lo laboral. Es horrible. El saber que hay pibes que no pueden expresarse y vivir en libertad al lado nuestro nos tendría que generar bronca. Tenemos que arrancar ya”.

Para leer la entrevista completa puedes hacer click aquí.